viernes, 31 de agosto de 2012

DESGRACIAS AJENAS, ¡QUÉ GRAN NEGOCIO!

La finalidad de este blog no es otra que exponer mis ideas sobre distintos temas, todo ello aderezado, de vez en cuando, con escritos de mejor o peor calidad y algo de humor. Obviamente, si lanzo estas reflexiones y escritos a la Red es porque tengo interés en que la gente lo lea y comparta mis reflexiones, aunque sea para ponerme a caldo. Reconozco que no descubro nada nuevo. De igual manera ciertos temas no los he tratado en entrada alguna, bien por no interesarme, bien por seguir una línea argumental huyendo de ciertos tópicos, tratados hasta el hastío en los medios de comunicación, que no información. Sin embargo, haciendo una excepción, me apetece introducirme en un tema de candente actualidad, de esos que están en el candelabro, que diría la otra, que no podía ser otro que el de los asesinos de niños, que tanto espacio y preocupación genera en los medios y entre los ciudadanos.
Antes de comenzar me gustaría aclarar que todos estos hechos y las personas que los perpetran me parecen repulsivos, criminales, es obvio, y detestables, pero me gustaría analizar las cosas de una manera, si se me permite utilizar la palabra, aséptica o más aséptica.
Iniciaré mi argumentación haciendo un ejercicio de introspección, que considero necesario, para enfocar adecuadamente el asunto.


Imagino que al que suscribe le pasa lo que a la mayoría de los lectores: cuando se entera de una acto execrable en el que niños son asesinados lo primero que le viene a la mente es la figura del asesino colgado de los huevos (siento la crudeza de la expresión, pero creo que a nadie escandalizará). Resulta inevitable tal pensamiento y más si tienes hijos. El ánimo de venganza, del ojo por ojo se dispara como si un resorte oculto existiera sólo para tal fin. Esta especie de reacción instintiva no constituye per se algo bueno o malo, pues generalmente queda en el ámbito de las ideas, no de los actos, y, si me apura el lector, de la mera supervivencia; una especie de reacción de supervivencia que se circunscribe a lo posible, pero difícilmente ejecutable.
Sin embargo, la vida en sociedad constituye algo más que el mundo intrapsíquico, privado y particular de cada uno de nosotros. La convivencia en un entorno social, y más en los entornos sociales complejos como las sociedades actuales, se rigen por una serie de convenciones sociales, llamémosle cuerpo legislativo, que aseguran, o lo intentan, un trato de igualdad para todos y cada uno de los miembros que integran o participan, aunque sea de manera anómala, en dichas sociedades, por muy execrables que puedan ser sus actos. En otras palabras: las sociedades se dotan de leyes que persiguen la mayor igualdad posible para cada uno de sus miembros. Aspectos como que la culpabilidad debe ser probada o el sometimiento a un código legal donde se marcan los castigos que la sociedad impone cuando se vulneran las normas, y se demuestra, aparecen como garantes de un trato similar para todos.
Además este cuerpo legislativo asegura otro aspecto fundamental, o debería hacerlo: la actuación de un sistema específico social donde el ánimo de venganza no pervierta el proceso que ha de demostrar la culpabilidad o inocencia de la persona encausada. Por tanto hablamos de un sistema regido por principios de imparcialidad, tendente a asegurar que cualquier persona tenga las debidas garantías.
La distinción entre el mundo privado, interno y un sistema organizado imparcial, al menos en teoría, no sólo constituye una garantía para el acusado, también evita una escalada de la violencia debido a ajustes y reajustes de cuentas, con las consecuencias desastrosas que en muchos casos conocemos.
En el fondo la existencia de estas normas contribuyen de manera decisiva a que ciertos casos que nos vienen a la memoria constituyan excepciones y no se conviertan en algo cotidiano. La existencia de un cuerpo legal perfectamente estructurado, aunque seguramente mejorable, y el conocimiento del mismo, aunque sea de manera rudimentaria, por parte de una buena parte de los individuos que integran la sociedad contribuye a que actos como los de ciertos personajes no abunden y, si se me permite la expresión, constituyen una excepción.


Este aspecto me parece crucial para seguir desarrollando la entrada de hoy: la excepcionalidad de estos actos. Para demostrarlo voy a someter al amable lector a un ejercicio de memoria. ¿Cuántos casos recuerda el lector donde unos criminales desalmados hayan asesinado a niños indefensos en los últimos 20 años? ¿Cuatro, cinco?
 Por tanto, nos encontramos ante situaciones excepcionales, que los medios de comunicación se encargan de presentarnos repetidamente, alimentando esa parte intrapsíquica de la que hablábamos en párrafos anteriores. ¡Ojo! Los medios de comunicación, que no de información, aluden reiteradamente a estos trágicos sucesos no con un afán de que se haga justicia; más bien pretenden llenar horas de programación, captando la mayor audiencia posible, lo que para ellos supone obtener más ingresos vía publicidad. A esos mismos medios les importa una mierda el sufrimiento diarios de millones de personas en este país, o en otros, debido a la falta de recursos económicos. Es más, algunos hasta lo ocultan y si tocan el asunto lo hacen de manera tangencial y ofreciendo una visión folclórica del asunto. La verdadera justicia les importa un carajo. Su único objetivo es liderar las audiencias.
Es en estos medios donde repetidamente se habla de endurecer las penas, penas que deberían ser más duras cuanto más de derechas son los medios. ¿Pero realmente es necesario? Según lo presentan sí y utilizan para ello ejemplos como el del adolescente que tras ser declarado culpable de un asesinato se fue casi de rositas y sigue delinquiendo. De nuevo la anécdota y la mala memoria, pues esos mismos medios lincharon a una mujer, presuntamente relacionada con un crimen, que tras un segundo juicio fue declarada inocente de un crimen y eso parece importarles bien poco. Como puede comprobar el lector la anécdota puede volverse fácilmente contra los que la usan como herramienta de acción cotidiana.


Por si esto fuera poco hablan sobre el asunto de las penas carcelarias con un desconocimiento y osadía que linda con lo inmoral. Le invito al lector a que lea este enlace, donde se aclaran algunos aspectos de nuestra legislación y de la legislación de otros países, que tanto mencionan con desconocimiento absoluto, los tertulianos y conductores de programas "especializados" en trágicos sucesos en los que niños pierden la vida:

http://www.eldiario.es/zonacritica/2012/08/29/los-medios-y-las-penas/

Parece que los datos que aportan estos dos expertos en derecho coinciden bien poco con la realidad que nos quieren presentar los medios. Ni la cadena perpetua es perpetua, ni ha habido tiempo material para que las nuevas reformas y la ampliación de condena se cumpla en España...
Evidentemente, nuestro sistema, como cualquier creación humana, es susceptible de mejoras, puliendo errores que permitan dotar de mayor coherencia a las actuaciones legales, sobre todo en ciertos casos, que considero igualmente anecdóticos. Pero dicha coherencia debe servir en uno y otro sentido (el año pasado fue indultado una personas que llevaba más de treinta años en la cárcel, que no había cometido ningún delito de sangre).
A modo de resumen, podríamos concluir diciendo, que resulta normal que ciertos sucesos, anecdóticos y trágicos, nos conmocionen, pero existe un cauce para que todas aquellas personas que cometen estos actos, tras demostrar su culpabilidad, paguen por ello. No han de ser los medios de comunicación, ni los abogados o comisarios mediáticos que aparecen en ellos, los que juzguen, prejuzguen o influyan sobre el sistema de justicia, mejorable, existente en nuestro país.
Un saludo.

miércoles, 29 de agosto de 2012

NOTICIAS ABSURDAS, O NO

 La tortuga, de la fábula "La liebre y la tortuga", ha sido desposeída de su victoria tras comprobarse que utilizó sustancias dopantes, concretamente por el uso de derivados anfetamínicos. En declaraciones en exclusiva a este blog la implicada en el affaire ha dicho lo siguiente: "Me fui de fiesta con Bambi, ¡qué vicio tiene el condenado! y  con Dora la Exploradora, ha pegado un estirón y está como un tren, para celebrar la victoria y todo se lió. Unas copas, unas rulas y eso que pasé de meterme rayitas, a pesar de la insistencia del Bambi, cuando aparecieron los vampiros de improviso ¡Me cago la madre que los parió! Pero yo no me dopé para la carrera. Todo fue posterior", concluyó el galápago visiblemente desolado.

Una compañía aérea de bajo coste desbarata un atentando terrorista de manera involuntaria. Un terrorista pretendía hacer explotar un vuelo regular mediante el uso de una maleta bomba, pero se encontró con la sorpresa de que el precio que la compañía aérea le quería cobrar por facturar la maleta excedía en mucho del dinero del que disponía en ese momento. La asociación Terroristas en Acción ha mostrado su malestar por los precios abusivos que cobran ciertas compañías de bajo coste por la facturación de maletas "que encima se pierden y estallan donde uno no quiere", ha declarado un miembro de dicha organización, que del cabreo que tenía ha estado a punto de quitarse el pasamontañas en plena rueda de prensa.

Ingresado de urgencia un faquir tras ingerir un yogur natural. Tras realizarle las pruebas pertinentes al enfermo se la ha diagnosticado una perforación intestinal producida por el mencionado yogur. "Tanto colorante, tanto conservante y tanta monserga no pueden ser buenos para la salud", ha afirmado el faquir mientras se zampaba, siguiendo la prescripción facultativa, un bocata de clavos herrumbrosos.

Una conocida cadena de supermercados ha decidido que el otoño este año comenzará un mes más tarde. "Este año no hemos vendido un clavel de la colección primavera/verano y tenemos que encalomar los excedentes como sea", aseveró un responsable de dicha cadena. Por su parte, Esperanza Aguirre ha culpado a los funcionarios de las malas ventas estivales y ha tomado la medida de aumentarles la jornada laboral hasta alcanzar las 7.500 horas semanales (ya sé que la semana no tiene tantas horas, pero la que ha tomado la medida ha sido Esperanza Aguirre).

Robinson Crusoe pide ser rescatado, consiguiéndolo tras arduas negociaciones. El legendario naufrago y su amigo Viernes han abandonado la isla donde han pasado los últimos años de su vida tras ser rescatados por un barco. Crusoe ha negociado durante meses con  diferentes organismos, F.M.I., Unión Europea, la Asociación de Padres y Madres de Galapagar... para pactar las condiciones del rescate, llegándose tras unas prolongadas e intensas negociaciones a un acuerdo que ha satisfecho a todas las partes.
A cambio de facilitar la salida de la isla los dos personajes mencionados han debido recortar el número de comidas diarias, que no excederán de tres, así como el número de palabras utilizadas durante la travesía e, igualmente, han debido recortar las puntas de su cabello.

Una jueza ha sido amonestada por sus superiores por comparecer en los juzgados con la toga recortada. La jueza acudía a su trabajo con una toga recortada por la parte baja, hasta parecer una minifalda corta o un cinturón largo, e igualmente por la parte de arriba, donde el escote dejaba entrever unos generosos y turgentes pechos, así como un canalillo que quitaba el sentido. "Imposible realizar el trabajo en el juzgado de esta mujer. No sabías donde mirar sin que corrieras el riesgo de perder el hilo de la argumentación. Si hubiese tenido un cuerpo normal nada de esto ocurriría, pero es que la tía está cañón", explicó un abogado.

Despierta de un coma al tercer día y exige tener doce apóstoles a su lado para que difundan la nueva buena por el mundo. Edelmiro Luciérnago, tras permanecer tres días en coma debido a un traumatismo, exige tener un trato de igualdad con otras figuras históricas que vivieron un proceso similar, por lo que ha solicitado que su comunidad autónoma le financie doce apóstoles. Ante el silencio de la administración ha empezado a reclutar a sus seguidores entre sus conocidos. Por el momento ha conseguido que Manolo, el pescadero de su calle, y José, el ebanista del barrio, le sigan fielmente a todos los lados, escuchando obnubilados los momentos cruciales de su prédica: cuando vio la luz al fondo, la apertura de los ojos tras tres días en coma...

Utiliza un producto de belleza rejuvenecedor y funciona. Amalia Carcaboso, de 42 años, fue protagonista de una agradable sorpresa cuando, tras aplicarse una crema rejuvenecedora apareció de golpe en una iglesia vestida con el traje de comunión con una pila de años menos. "Creo que me pasé con la cantidad de crema, pero estoy muy contenta con los resultados de la misma. Ya me decían mis amigas que funcionaba muy bien, pero no esperaba que los resultados fueran tan inmediatos", declaró Amalia tras recibir la sagrada forma de manos de un sacerdote.

Desarticulada una peligrosa banda de niños que cambiaban cromos sin aplicar el I.V.A. La Agencia Tributaria ha procedido a desarticular una peligrosa organización integrada por niños que se dedicaban a cambiar cromos sin aplicar el correspondiente Impuesto sobre el Valor Añadido a dichas transacciones. Por el momento los implicados son siete niños, aunque según fuentes del organismo estatal se están investigando diversas ramificaciones que dicha banda podía tener por otros lugares de la geografía española. Algunos expertos economistas atribuyen a esta banda, y otras similares que se sabe que existen, una parte de culpa fundamental de la actual crisis que estamos sufriendo.

martes, 28 de agosto de 2012

REFLEXIONES SOBRE LA ACTUALIDAD

De Guindos, el hombre que recortaba y recorta derechos, ha anunciado en una entrevista que a cambio de que intervenga el B.C.E. en los mercados secundarios comprando deuda española los españoles deberíamos sufrir más ajustes. La obsesión de este hombre por recortar es patológica. Cuando el B.C.E. presta dinero a la banca, emitiendo dinero, la única condición que pone a los perceptores es que le devuelvan el dinero prestado más el interés correspondiente. Sin embargo, si el B.C.E. imprime dinero para comprar deuda en los mercados secundarios, dinero que recuperarán con el interés correspondiente, los españoles deberemos sufrir una serie de recortes en nuestra calidad de vida. ¡Trágico!

Leo que en una reciente entrevista Soraya Sáenz de Santamaría, la número dos de este Desgobierno, ha afirmado que nuestros hijos vivirán peor que nosotros. No podíamos esperar menos de una mujer que forma parte de un simulacro de Gobierno desbordado por los hechos e incapaz de tomar una medida sin antes haber prometido lo contrario. No podíamos esperar menos de una mujer que se ha diluido como un azucarillo en el café en ese conciliábulo de dimes y diretes y mentiras permanentes. No podíamos esperar menos de alguien cuya ambición personal se encuentra por encima de todas las cosas. 

Juan Ignacio Wert, dicen que ministro de Educación, intenta devolver los favores y acallar a los sectores más ultras de sus fieles proponiendo subvencionar escuelas disgregadas. Cuando escuché esta noticia uno pensó en aquella canción que decía: "Los chicos con las chicas...", pero luego tuvo otra idea mucha más original que pienso se debía llevar a efecto: juntar a todos los nuevos perceptores de subvenciones de su Ministerio. Por ejemplo, en un colegio segregado se podían introducir varios toros para que participen de la Fiesta Nacional y sean toreados por la madre superiora o el director del centro en cuestión. Eso sí que sería vivenciar los aprendizajes e introducir los conocimientos mediante la experiencia plena del alumno.

El tal Wert justifica la educación segregada, alegando que los resultados son mejores en la misma.  De igual manera ha defendido que la Tierra es plana, que masturbarse vuelve la piel amarilla y que las mujeres no pueden hacer mayonesa cuando tienen la regla porque se corta.
http://www.elplural.com/2012/08/27/wert-asegura-que-el-rendimiento-escolar-de-los-ninos-segregados-%E2%80%9Ces-superior%E2%80%9D-al-resto/

Están compareciendo en la comisión de investigación organizada por el Parlamento de Andalucía los imputado por la estafa de los E.R.E.S. en dicha comunidad. Curiosamente nadie sabe nada del asunto que, siguiendo la lógica de los comparecientes, debió gestarse motu proprio y casualmente favoreció a gente afín al partido en el poder en Andalucía, el P.S.O.E. Iker Jiménez ya está investigando el asunto con la colaboración de las Caras del Bélmez.

Más del que dicen que es ministro de Educación. Hace tiempo declaró en la Fundación FAES, esa que no cojea del pie izquierdo, que a la vez es cierto que tenemos la generaciones más preparada, pero que, sin embargo, dichas afirmaciones son una bobada. Vista la profundidad de las afirmaciones del sociólogo uno empieza a considerar que ciertas afirmaciones también son verdad. Entre ellas destaca aquella que dice que es más importante arrimarte a la compañía adecuada que ser inteligente. Por otra parte, uno se empieza a preguntar cuál es la causa de que todos los tipos que hablan dentro del edificio de tal fundación espeten un montón de incoherencias. ¿Será el enclave o eligen a los ponentes adrede?

En el País Vasco y Galicia los gobiernos autonómicos han adelantado las elecciones, que serán en octubre. Por su parte Mourinho ha adelantado en dos partidos las críticas al árbitro que tendrá dentro de un par de semanas. Rajoy ha adelantado un tupido silencio sobre esta colección de adelantos.

El adelante de las elecciones en Galicia impide que Feijóo saque adelante la ley que pretende reducir el número de parlamentarios en su comunidad. Uno considera que este tipo de medidas, de corte populista, sólo buscan favorecer el bipartidismo y especialmente al partido en el poder, que realiza tal cambio potenciando aquellas provincias donde se encuentra más firmemente asentado. Por otra parte, visto lo inútil que resultan los parlamentos, donde una buena parte de los parlamentarios lo que hacen es votar lo que se les dice, uno considera que con reducir el número de parlamentarios a uno por partido, con un voto ponderado en función de los resultados obtenidos, bastaría y eso sí que iba a constituir una medida de ahorro, que no alteraría gran cosa el funcionamiento de dichos parlamentos.

Fátima Báñez, ministra de reformas laborales, utiliza el ejemplo de una familia que gana 8000 euros mensuales para justificar que ciertas personas no tengan derecho a la prestación de algo más de 400 euros mensuales del plan Prepara. Esta persona, capaz de hacer estas declaraciones en un país con más de 5 millones de parados, tiene un serio problema. O bien tiene una banda de asesores de escaso nivel intelectual que cobran mucho dinero público. O bien improvisa sobre la marcha y demuestra su escaso nivel intelectual y su no menos escaso nivel intelectual. En todo caso parece urgente que la tipa en cuestión debería pirarse a su casa sea cual sea el caso: bien por no saber elegir a sus asesores, bien por su desconocimiento de la realidad. Aunque tal vez se haya dejado llevar por la declaraciones del diputado nacional de su partido que reconoce que con los 5.100 boniatos que cobra al mes no llega a fin de mes.

El ministro de impuestos a troche y moche, por los que a cambio recibimos recortes sociales, Cristobal Montoro, ha tenído el enésimo enganche con otro miembro del Desgobierno al que pertenece; en este caso con José Manuel Soria, el hombre al que le molestaban los mineros que no le dejaban tratar el asunto de los plátanos canarios. Resulta curioso que el tipo que en 2002 y 2003, ocupando el cargo ministerial que ahora también ocupa, apoyaba con declaraciones públicas la burbuja inmobiliaria genere tantos roces en el mundo del Desgobierno del P.P. Tal vez todo se deba a que como le comentó a una diputada de Coalición Canaria, ellos iban a salvar España del caos (cuanto peor estuviese mejor) y sus compañeros de gabinete no le dejen llevar a cabo todas las ideas que pululan por su cabeza y que, a buen seguro, en un plis plas acabarían con este marrón en el que estamos metidos. O, tal vez, todo se deba a que quiera atesorar todo el poder posible en este Desgobierno.

La guerra civil en Siria se recrudece, aumentando exponencialmente el número de victimas civiles así como el de refugiados que huyen de la guerra. Los medios de comunicación ponen la lupa sobre el sanguinario dictador sirio, Bashar al-Assad, exculpando de toda tropelía a la oposición, que dispara con pistolas de plástico e intenta derribar a los helicópteros con insultos. Uno tiene la impresión de que la mezcla de mercenarios, islamistas radicales y demás ralea que forman el ejército opositor conseguirán copar el poder, especialmente si los países occidentales mandan a sus ejércitos regulares a "solucionar" el asunto. Igualmente considero que la caída del tirano ahora en el poder facilitará ampliar la influencia de los islamistas radicales, igual de sanguinarios que al-Assad, en Siria, pudiendo llegar a copar el poder.

domingo, 26 de agosto de 2012

CREAR RIQUEZA, REPARTIR RIQUEZA

La expresión crear riqueza la escuchamos por doquier siempre asociada a la creación de empleo y una mejora de las condiciones de vida de los ciudadanos. Prueba de ello la tenemos en nuestro país con nuestro Desgobierno, que, al menos según ellos, todas sus acciones van encaminadas a crear riqueza. En el fondo el Desgobierno encabezado por Mariano Rajoy Brey no hace más que seguir las directrices impuestas por los teóricos de la Economía Patológica, los neoliberales de mierda que se han adueñado de nuestros destinos. 
Estos tipos, estultos hasta la saciedad, consideran que por el mero hecho de que una persona, o un pequeño grupo de ellas, acapare más capital esto va a redundar automáticamente en beneficio de la ciudadanía. ¿Cómo han llegado a esta conclusión? Imagino que de la misma manera que han llegado a otras muchas: por inspiración divina o imbecilidad supina y persistente. Baste recordar, a modo de ejemplo, que cada vez existe más dinero en paraísos fiscales que, obviamente, no repercute en beneficio de los ciudadanos. 
Podríamos exponer asuntos como la especulación en eso que se llama mercados secundarios que, no hace falta ser muy listo, para determinar que encarece el precio de los productos destinados al consumo y que sólo enriquece a una minoría, pero no deseo explayarme en demasía sobre el asunto y aburrir al amable lector.
Asunto bien diferente es el de repartir la riqueza, frase desterrada casi por completo del vocabulario político actual, por asociarlo con... Tal vez, sólo tal vez, con la palabra justicia, a la que si le place al lector le podemos añadir la coletilla de social; aunque creo que el derecho a comer, a la sanidad, a tener acceso a agua potable, a educación no debe ir acompañado de apellido. Justicia es palabra suficiente para definirlo. Sin embargo, lo que a una parte importante de los ciudadanos nos parece claro: un reparto de la riqueza redundaría en beneficio de la mayoría y constituiría un acto de justicia para otros no es así. Es más, asocian Justicia, con o sin mayúsculas, con el mantenimiento de un estatus quo en el que las leyes se diseñan para mantener los privilegios de unos pocos.


Una vez realizadas estas dos distinciones me gustaría incidir en el significado de una de las palabras, que nos ayudará a comprender mejor de que pie cojea el personal, al menos cierto personal.
Si recurrimos al diccionario de la R.A.E. y buscamos la palabra crear nos encontramos con lo siguiente: "Producir algo de la nada". Efectivamente, querido lector, nuestros amigos de la Economía Patológica, asimilan a aquél que gana dinero mediante un negocio a una deidad, que según los seguidores de las religiones, sean éstas cuales sean, son los únicos en crear cosas de la nada. ¡Con dos cojones! 
Estos "creadores", deidades para la gente más cercana, no necesitan un capital previo, el esfuerzo de trabajadores, unos materiales, una información privilegiada, los contactos adecuados... para que el dinero se multiplique, aunque sea por una cantidad decimal menor a uno. Su inteligencia, buen hacer, oportunismo y unas frases mágicas constituyen arsenal suficiente para que su dinero aumente. Ríete tú del milagro de los panes y los peces. 
La utilización del lenguaje, al menos en este caso, no constituye cuestión baladí. Asociar al "triunfador", o al "emprendedor", palabra muy de moda en el ámbito político, especialmente en el pepero, la capacidad de crear algo de la nada sitúa en un nivel superior, o eso pretende, a este tipo de personas. El trabajador, productor en los primeros años del franquismo, se considera poco menos que un mal necesario con el que deben apechugar los magnánimos creadores de riqueza. 
Una vez realizada esta acotación, creo que necesaria, me gustaría profundizar en la diferencia entre crear y repartir riqueza.
Los manuales de la Economía Patológica abogan por la defensa a ultranza de un mercado que tiene vida propia (de hecho de vez en cuando se permite algún desliz sexual y millones de personas sienten que el Mercado les ha realizado una penetración anal cuando su calidad de vida desciende vertiginosamente), siendo capaz el citado Mercado de corregir todos aquellos entuertos que se originan en él, y todo sin cobrar horas extras por tal labor. Esta misma capacidad de analizar y superar problemas es la que permite, según los fundamentalistas de la Economía Patológica, que esa generación de riqueza sea repartida de manera automática entre unos y otros. ¡Menudo es el Mercado! Esta idea, revelación divina, constituye una estupidez más de unos tipos que, a pesar de su titulación universitaria y sus masters del Universo, muestran que los títulos y la inteligencia no se asocian de manera unívoca e incuestionable. Se trata de una creencia con una base tan sólida como la que sostenía que la Tierra era plana.
A diferencia de extraña idea, que la Historia ha demostrado una y otra vez que es un majadería (nadie quiere repartir el pastel cuando tiene la sartén por el mango, la psicología, no sé si la social, también debería ser tenido en cuenta) existe otra teoría que defiende que la repartición de la riqueza provoca mayor calidad de vida en los ciudadanos y, a su vez, genera mayor creación de riqueza (aunque sea a base de cargarse el medio ambiente, ya casi cuarto ambiente debido a su deterioro). Obviamente, esta teoría necesita de unos estados con una capacidad de maniobra suficiente para que esto ocurra, lo que es algo así como una apostasía de la supuesta y verdadera religión: el neoliberalismo. Hasta un tipo tan poco sospechoso de rojo, Henry Ford (primer extranjero condecorado por el régimen de Hitler, condecoración de la que no renegó), se dio cuenta de ello.


Parece que esta última visión, la del reparto, la justicia, ha quedado relegada a tesis marxistas, o eso nos quieren hacer creer los imbéciles de turno, pero nada más lejos de la realidad. Si bien el marxismo, como el anarquismo, fueron teorías que expusieron estas ideas como base de un cuerpo doctrinal, la implementación de dichas teorías se llevó a cabo durante varias décadas en Europa Occidental, Canadá y otros países con bastante éxito. De igual forma ciertos países Latinoamericanos lo llevan a cabo en la actualidad (tras abandonar las tesis neoliberales del F.M.I. que les condujeron a la ruina absoluta) logrando que una parte significativa de sus ciudadanos hayan alcanzado un mejor nivel de vida, aunque quede mucho camino por recorrer. El ejemplo paradigmático lo encontramos en Brasil.
Me gustaría realizar una breve reseña a un planteamiento, muy típico de teóricos y seguidores del neoliberalismo, que incide en que sólo existen dos alternativas: la suya o el marxismo, mejor dicho el estalinismo (juro por mis muelas que alguien me ha llegado a plantear ese ¿dilema?). No hace falta ser muy inteligente para saber que en la vida no sólo existen el negro y blanco, los colores y la infinita variedad de grises están ahí delante de nosotros. Por tanto, no cabe duda: si alguien presenta esa disyuntiva para defender sus tesis habrá que empezar a considerar que tal persona tiene una visión bicroma, como ciertos animales, y que, por tanto, su cerebro corresponde con el de semejante especie. Lo siento mucho por los pobres animales, que no tienen la culpa de nada.
A modo de resumen, para concluir, parece absurdo pensar que alguien pueda crear algo de la nada, el lenguaje es pérfido, y lo que pretenden los teóricos de esta doctrina no va más allá de perpetuar la riqueza de unos pocos, a costa del sufrimiento de la gran mayoría de los ciudadanos. Parafraseando el principio de la Termodinámica: la riqueza ni se crea ni se destruye, está en pocas manos o se distribuye entre muchas.
Un saludo.

sábado, 25 de agosto de 2012

RELATOS BREVES ESTIVALES

Sabía que en poco tiempo se apagaría de manera definitiva. El médico había pronosticado una esperanza de vida de, a lo sumo, un mes. No se arrepentía de nada. El récord mundial que estableció hace más de quince años aún seguía vigente. Había brillado, y en cierta forma lo seguía haciendo, de manera extraordinaria. No dudaba de que las mismas sustancias que habían ayudado de manera decisiva a alcanzar todos sus logros deportivos le habían conducido a esta situación en la que se encontraba en la actualidad, pero todo había merecido la pena. Su legado, su vida, quedaría en forma de marca deportiva que difícilmente se superaría en las próximas décadas.


Marta, la psicóloga, se encontraba frente a él. La conocía desde hacia bastante tiempo, no sabría decir cuanto. Jamás la llamó psicóloga o doña Marta, para él siempre había sido Marta, una amiga o algo parecido. La acababa de contar que una chica le gustaba muchísimo; sentía algo que nunca había conocido antes. La chica, Lidia, le había contado que también le pasaba lo mismo cada vez que le veía. Intuía que aquella conversación con Marta iba a tener una importancia trascendental en su vida, de la que ya habían transcurrido veinticuatro años. Del punto de vista de aquella mujer dependía que pudiera pasar más tiempo junto a Lidia; tal vez todo el tiempo del mundo. Sabía que la asociación de personas con discapacidad intelectual que se encargaba de que su vida fuera lo que es permitía, en ciertas ocasiones, que dos personas que se gustaban mucho convivieran en un mismo piso tutelado.


Sus padres se sacrificaron durante una buena parte de su vida para que él consiguiera llegar a la posición que ahora ocupaba. Estudió en los mejores colegios e institutos, al menos eso pensaban sus progenitores. Cuando cursó los estudios de Medicina sus notas, las mejores de la clase, eran motivo de orgullo para ellos. Tras años de especialización nadie dudaba de que se había convertido en uno de los mejores especialistas en su rama. Todo ello no le había servido para salvar la vida de la persona que se encontraba tendida frente a él. Ya le había ocurrido otras veces, pero en este caso sintió un vacío interior y un dolor que le anulaba. Se preguntaba si todos los sacrificios para llegar hasta aquí habían merecido la pena. Se cuestionaba si merecía la pena salvar vidas ajenas cuando no había sido capaz de salvar la de la aquella mujer que yacía sin vida en aquella fría camilla. Aquella mujer que le había llevado a él en sus entrañas durante los primeros nueve meses de su vida.


Celebraban sus bodas de plata. Veinticinco años de matrimonio que habían transcurrido sin apenas darse cuenta. Toda su familia: padres, hermanos, sus tres hijos y demás familia política se habían reunido en aquel restaurante para festejar tan magno acontecimiento. Miró a su alrededor y se sintió henchido de orgullo, había sido capaz de crear una familia que se quería y respetaba. Fijó la vista en su mujer y recordó aquel momento, ya tan lejano en el tiempo, en que se conocieron. Ella era, y sigue siendo, enfermera en el hospital de la pequeña ciudad donde residen y fue allí, en el hospital, donde coincidieron por primera vez. Ella reconoce que se fijó en él desde el primer momento. A él no le ocurrió lo mismo, pero tal vez exista una explicación para ello: la primera vez que su actual mujer hizo acto de presencia en su vida él se encontraba hospitalizado en la planta de psiquiatría del hospital. Hacía tres días que se había intentado suicidar sin éxito.


- Le aseguro que su esposa no mantiene ninguna relación con ningún compañero de trabajo- aseveró el detective.
- Me quita un peso de encima- respondió el cliente.
- La persona a la que ama su mujer se encuentra en esta habitación y estoy convencido de que ella no desea que nada cambie en su vida- apostilló el investigador privado mientras le acercaba al hombre con el que hablaba el expediente que contenía toda la información referente al caso.
Tras revisar someramente toda la información que contenía el citado expediente, la persona que había encargado la investigación se sintió satisfecha y procedió a resolver todo lo referente a los emolumentos convenidos con anterioridad.
Media hora después el sabueso cerró la puerta de su oficina y se encaminó hacia su casa. Apenas tuvo tiempo de abrir la puerta de su vivienda, pues una mujer se abalanzó sobre él abrazándole y besándole. Un rato después, desnudos ambos en la cama, ella le dijo que había disfrutado mucho haciendo el amor con él.
- Te amo, mi pequeño detective- dijo, con una sonrisa en la boca, la mujer.
-Yo también, mi pequeño gran amor- respondió el aludido-. Por cierto, hace un par de horas le he entregado a tu marido  el expediente referente a la investigación que tu marido me encargo sobre ti. Lo curioso es que no he necesitado mentirle para que siguiera confiando en ti.


Llevaba más de una hora jugando con su hijo pequeño de siete años antes de que le dijera que debía ducharse. Cuando su vástago le abandonó para cumplir con los requerimientos de su aseo hizo balance mental del día. Había sido un buen día. El trabajo le había dejado tiempo para poder compartir tiempo para jugar con Pepín, así llamaban en casa al menor de los hijos, y su jornada laboral había conseguido llevar a buen puerto su misión: tras un interrogatorio en profundidad, eufemismo que utilizaban para ocultar los métodos de tortura que usaban, dos detenidos habían proporcionado toda la información necesaria para desmantelar un grupo insurgente que luchaba contra el nuevo orden establecido por los militares del país.

viernes, 24 de agosto de 2012

AMBICIÓN Y MORAL LAXA

De nuevo aquí, tras unos días de asueto lejos de Internet y de las preocupaciones cotidianas.
Siento no haber avisado con antelación de mi ausencia bloguera, pero contaba (iluso de mi) con tener acceso a Internet y publicar algo de vez en cuando. Como de costumbre mis deseos han chocado con la realidad, aunque reconozco que a partir del tercer día no sentí necesidad alguna de aporrear las teclas de mi ordenador para compartir mis reflexiones y desventuras con todo aquél que tuviera curiosidad por leerlas.
Sin embargo, lo reconozco, desde ayer llevo dando vueltas al tema que debía servir para reabrir este compendio de escritos, más o menos coherentes. Tras un arduo proceso mental, de unos tres o cuatro segundos de duración, no doy para más, llegué a la conclusión de que, de alguna manera, había que enlazar con la última entrada que publiqué y el comentario que realizó Alida Militi a la misma me sirvió sobremanera.
Debo haber venido con demasiadas energías y, para no variar, tras unas cuantas líneas me he dispersado sin abordar el asunto del día presente, por lo que paso a plantearlo sin mayor dilación.
Uno tiene la teoría de que todas aquellas que han "triunfado" en lo suyo lo han hecho por una mezcla de ambición, falta de valores éticos, mejor morales, que aparcan cuando es menester, y algún otro ingrediente que no sé definir con precisión. Pero para lo que nos traemos entre manos bastan los dos primeros.
Partamos del hecho de que lo expuesto a continuación es fruto de una interpretación de la realidad totalmente personal, posiblemente sin ningún rigor científico, ni Dios que la fundó, pero que, desde mi punto de vista, sirve para explicar los comportamientos de una buena parte de las "élites" de todo tipo que pululan por la faz de la Tierra.


No parece constituir una idea muy descabellada que toda aquella persona que "triunfa" lo hace porque tiene esa idea metida entre ceja y ceja. O lo que es lo mismo: posee la ambición que le conduce a conseguir las metas que se ha propuesto. Posiblemente cuando se dibuja por primera vez la meta en la cabeza del futuro triunfador la citada meta es difusa y va cobrando forma a medida que sube los peldaños necesarios para llegar a su objetivo. No creo que el dueño de una gran fortuna que empieza desde abajo, o desde un escalón no muy alto tenga una percepción nítida de su destino. Dicha percepción va vislumbrándose con el paso del tiempo y a medida que adquiere el poder, del tipo que sea, que le va abriendo nuevas puertas hacia lo perseguido.
El ejemplo que se me ocurre para ilustrar el asunto es el de los cargos eclesiásticos de la Iglesia Católica. Aquel que no tiene ambición alguna acaba en una parroquia perdida, o no, o rodando por el mundo ayudando a personas con necesidades extremas, anteponiendo éstas a la fe. Los que desean detentar el poder se dedican a buscar el poder mediante ascensos en el escalafón.
El segundo punto, la ausencia u olvido voluntario en ocasiones pertinentes de ciertas normas, parece claro. Subir implica, en cualquier ámbito de la vida, dejar a otra gente abajo. Esta competición que podría ser "sana", guiándose por el viejo dicho: el que más chifle capador, dista bastante de esa salubridad. Subir escalafones en el poder político, religioso, económico o de cualquier otro tipo supone componendas para desbrozar el camino de competidores. Estas, llamémoslas, trampas implican buscar a los aliados precisos o pergeñar estratagemas que compliquen la vida al enemigo. No hablamos de brillantes estrategias comerciales o políticas. Más bien nos referimos a dar patadas por debajo de la mesa, cuando no clavar un cuchillo por la espalda. Esto en lo referido a competir con personas que se encuentran en un plano de igualdad, pero con aquellas personas que se encuentran en un plano de inferioridad suelen ser inmisericordes. Unos y otros utilizan a los de abajo para lograr sus fines (políticos, religiosos, comerciales...) utilizándoles como un mal necesario que les permitirá acceder a su ansiada meta. Pero no dudarán en tratar a estas mismas personas con toda la severidad posible si ello les permite conservar o mejorar su posición.


En el fondo todo se puede resumir en aquella frase que suscribe: el fin justifica los medios.
Se me ocurren algunos ejemplos que servirían para ilustrar lo que expongo, pero seguro que el amable lector podrá identificar lo escrito con personajes determinados, algunos tenidos como honrados y modélicos empresarios por los medios de comunicación, que no de información.
El que suscribe ha llegado hace tiempo a la conclusión de que no tiene interés alguno en ser un modelo social por haber conseguido una carrera repleta de éxitos en determinados campos como el político o el económico, lo del religioso iba a ser aún más complicado. Mis preferencias se alinean más con esos versos de Manolo Chinato que rezan: "prefiero ser un indio a un importante abogado". Tal vez todo se deba a que no tengo capacidad, ganas o, simplemente, a que no me apetece esconder en el armario un montón de cadáveres mientras me dedico a pontificar sobre lo que los demás deben hacer de su vida.
Un saludo.

martes, 14 de agosto de 2012

PARAÍSOS FISCALES, ¿POR QUÉ EXISTEN?

Ayer, zascandileando por Internet, me di de bruces con un vídeo en el que un ponente, empresario, corroboraba la tesis que defendía en una entrada anterior, La riqueza la crea el consumidor. Dichas tesis en síntesis defendían que el verdadero creador de riqueza es el consumidor, que adquiere los productos. El consumidor, todos nosotros, constituimos los verdaderos creadores de riqueza, si no nosotros no compramos... 
He buscado información sobre la persona que aparece en la grabación y no he encontrado gran cosa, salvo que el vídeo ha sido censurado (de hecho se escucha otra voz de fondo que distorsiona el mensaje, o al menos lo intenta). Por tanto no puedo ofrecer datos respecto de él al amable lector, aunque considero que los cinco minutos de duración del vídeo merece la pena leerlos con detenimiento. Un empresario, acaudalado según sus propias declaraciones, desbarata las tesis neoliberales que defienden los neoliberales/fascistoides. Esas ideas, que no teorías, que hablan del empresario como motor y referente fundamental de la economía. 
La citada intervención se puede ver, escuchar y leer aquí:


Desde mi punto de vista lo más trascendental del mensaje no es ya que desmenuce, hasta reducirlo a cenizas, el argumento de los estólidos y vagos neoliberales (la gran mayoría de ellos no saben lo que es trabajar de verdad), el empresario crea riqueza y hay que mimarlo (que ya desarrolle en la entrada citada en el primer párrafo). Me entusiasma más un razonamiento que hace sobre la capacidad de consumo de los grandes millonarios. Por mucho que consuma una persona acaudalada, vete a saber como ha conseguido parte de ese dinero, jamás consumirá tanto como mil personas entre las que repartiera esa riqueza. Esta afirmación puede servir de punto de partida para explicar otra de las lacras del sistema actual: los paraísos fiscales.
Debemos partir de una explicación lógica para la existencia de estos lugares ligados a lo más bajo de la condición humana, la codicia, la avaricia, o cualquier otra palabra que el lector desee aplicar, de los seres humanos, o de una parte de ellos. Dicho lo cual, que resulta muy evidente, me gustaría profundizar en el asunto, desde un punto de vista alejado de la moral; ciñiéndome en exclusiva a lo que supone la existencia de estos lugares para denostar la teoría de los amigos de los ricos, también conocidos como neoliberales, que reza que los bajos impuestos crean riqueza, por lo que se debe mimar a los empresarios. 
Partamos del hecho de que no soy un experto en paraísos fiscales, aunque hace algo más de un año publiqué una entrada sobre el asunto, que creo bien fundamentada. A través de las lecturas que hice para preparar dicho tema encontré que existen diferencias entre meter la pasta en una caja en un paraíso y crear empresas offshore. Para explicar en que consiste esto último remitiré al lector a una página de Internet donde asesoran sobre el asunto.


Pongamos como ejemplo de empresas offshore ciertas empresas de Nueva Rumasa, creadas en paraísos fiscales para evitar que el estado volviera a expropiarlas, dicho esto por uno de los innumerables hijos del jerezano ¿empresario? que con tanta asiduidad visita los juzgados.
Una vez hecha esta distinción nos centraremos en el primer supuesto, depositar dinero en un paraíso fiscal para evitar pagar impuestos. No parece necesario incidir sobre el segundo supuesto, pues deberíamos hablar de cuestiones relacionadas con aspectos como el blanqueo de dinero, por ejemplo, tema que no domino. Centrémonos pues en el asunto del ingreso de grandes cantidades en cuentas en los citados paraísos fiscales.
Las cantidades que se encuentran en dicho lugares son difíciles, por motivos obvios, pero existen algunas estimaciones que hablan de un tercio del PIB mundial:




Obviando el trascendental tema de que la avaricia y rapiña de unos pocos es la desgracia de una gran cantidad de ciudadanos (no pagar impuestos por parte de estas ¿élites? económicas supone exprimir hasta la extenuación al ciudadano de a pie), me centraré en otro asunto generalmente obviado, pero que me servirá para desmontar la estúpida teoría de los teóricos de la economía patológica: hay que favorecer al rico, bajando sus impuestos, para que cree riqueza. 
Retomemos por un momento el punto de la charla del primer vídeo en la que el ponente defiende que por mucho dinero que tenga no pondrá comprar mucho más. ¿Lo recuerda el amable lector? La realidad demuestra otra cuestión igualmente evidente: por mucho dinero que ganen los más ricos no podrán invertir mucho más en crear empleo, sencillamente es imposible. ¿Por qué es imposible? Por una razón evidente: ese dinero excedente, concentrado en unas pocas manos, no sirve para que se consuma más, pues ha salido del bolsillo de los consumidores, que son los que verdaderamente podrían incentivar el consumo y con ello la producción de bienes (con el consiguiente costo para nuestro medio ambiente). En otras palabras, la concentración de capitales en paraísos fiscales se debe a que ese dinero no se puede destinar a invertir  en la economía productiva y por ello las grandes fortunas guardan esa pasta en lugares donde no tengan que rendir cuentas ni pagar tributos, o hacerlo de manera testimonial. 
Es evidente que todas las personas con capacidad de esconder su dinero en un paraíso harían esto aunque pudieran seguir invirtiendo en economía productiva, en concepto de por si acaso, pero si una buen parte de ese capital le diera más rendimiento en forma de inversión destinada a crear bienes no dudarían en invertir parte de ese dinero parado en crear o aumentar el tamaño de las empresas existentes. Tan sencillo como esto: una parte muy significativa del dinero existente en paraísos fiscales está allí porque no existe una alternativa más productiva. La acumulación del capital en pocas manos impide que una gran mayoría de ciudadanos gasten, compren y con ello aumente la demanda de productos, que a su vez incidiría en un aumento del empleo.
He obviado a propósito la economía financiera. Especular con el precio de productos o crear burbujas financieras, como bien sabemos, provocan más pobreza, cuando no la muerte de miles y miles de personas condenadas por el ansia especulativa de unos pocos, capaces de subir artificialmente, por ejemplo, el precio de los alimentos para ganar más dinero. Pero incluso en este tipo de inversiones las posibilidades son limitadas. Se puede especular en un número determinado de sectores, pues existe una limitación de lugares donde invertir. Se puede comprar petróleo, cobre, patatas, mijo... pero no se pueden comprar  productos que no existen, aunque estos se puedan vender y revender mil veces. Lo mismo ocurre en el campo de la compra de productos que podemos denominar exclusivamente financieros, que generalmente no crean el reparto de la riqueza.
Tras esta exposición no parece muy difícil  comprender la teoría que defiendo, aunque  a los estúpidos defensores de la economía patológica no parezca entrarles en la cabeza, pero, generalmente, la tesis más sencilla es la más sólida y plausible, la conocida navaja de Ockham.
La intención de esta entrada, como la de otra muchas, es desmontar desde un punto de vista intelectual las ideas de los neoliberales que nos conducen al desastre, donde parecemos estar instalados los españoles. A este humilde bloguero le resulta atractivo este reto intelectual, aunque a veces debo decir que encontrar argumentos contra la estupidez neoliberal resulta tan sencillo, no siempre, que uno se pregunta como este hatajo de imbéciles han conseguido tomar las riendas de este planeta.
Un saludo.

lunes, 13 de agosto de 2012

SIRVE PARA CREAR EMPLEO

Escucho a un fulano del P.P., desconozco su nombre y no me importa, que van a invertir en una determinada zona de una región para mejorar la formación de los dueños de comercios, que servirá, según el iluminado de turno, para crear crear empleo. La idea no parece mala a priori. Tal vez podamos destacar la salvedad de que estos mismos fulanos impulsan leyes comerciales que favorecen a las grandes superficies comerciales, las grandes competidoras del pequeño comercio. 
Pero lo que me ocupa el tiempo mientras redacto esta entrada dista bastante de la estupidez y descaro de ciertos personajes (esos que no dudan en cercenar las Mancomunidades, bastante más ágiles y eficientes que otro tipo de administraciones, no alterando ni un ápice instituciones tan anquilosadas como la Diputaciones, donde el poder, caciquil en muchos casos, del partido en el gobierno es mayor). De la ¿noticia? que encabezaba la entrada me llama la atención el uso indiscriminado y fariseo de la expresión: para crear empleo. Dé el amable lector un cargo político, o asimilado, al más tonto de la vecindad que lo primero que aprenderá a decir será: "esto, lo que fuere, servirá para crear empleo".  El fulano decide tirar un árbol que le molesta: sirve para crear empleo. El pollo en cuestión decide hacerse un chalet en la sierra en un lugar hiperprotegido: sirve para crear empleo. Se gasta la pasta en un campaña de exterminio de cucarachas porque vio en un documental que hay muchas por el mundo: sirve para crear empleo.
¡Joder!, si todo lo hacen para crear empleo ¿por qué hay casi seis millones de parados en este país? ¿Tan tontos somos que no sabemos aprovechar las múltiples y fascinantes oportunidades que nos ofrecen nuestros rectores políticos?


Estos tipos, salidos de la papeleta, el mamoneo en el partido y, en muchos casos, la falta de escrúpulos para medrar a costa de lo que sea, no constituyen el único reducto donde la manida expresión se esgrime como arma para defender sus propias causas. 
Imagino que el amable lector estival se acordará de aquel momento en que el Desgobierno de España aprobó la reforma esclavista, quise decir laboral. Además de las impresiones de la ministra del ramo, la que paga a una empresa externa por hacer, mucho peor, lo que es función de los trabajadores públicos de su departamento, y de los parabienes que el doble de Chiquito de la Calzada, ése que tiene un cargo ministerial especializado en recortes y conducir a la ruina al país, lanzaba sobre una reforma necesaria que daría sus frutos a final de año (parece que hasta sus aliados de los bancos contradicen tal asunto), toda una troupe de personas que se consideran a si mismos economistas, generalmente con título universitario, y de soplagaitas mediáticos defendían, casi con su honra (si la tuvieren) la necesidad de tal medidas semiesclavistas para crear empleo. Sí, SIRVE PARA CREAR EMPLEO. ¡Te cagas!
Obviamente, todas las medidas llevan su tiempo. Unas unos pocos meses, otras años y algunas, algunas... bueno, algunas  de esas "medidas" cualquier tipo con dos dedos de frente saben que se basan en soberanas majaderías, que sólo aportan a la ciudadanía sufrimiento y a los que las aprueban poner en práctica su carga ideológica, eso sí siempre en los demás. Ellos viven muy bien y no se van a largar a su casa, por mucho que cada medida que tomen dé menos resultados que la anterior. Pero amigos, hemos encontrado el elixir mágico que vuelve invisible a los estúpidos y justifica cualquier atrocidad. Más concretamente hemos hallado las palabras mágicas que todo lo curan: "sirve para crear empleo". Esta frase sirve igual para devastar bosques que para ganar campañas electorales, a sabiendas de que no se va a crear empelo ni de coña. La elasticidad es tal que cubre aspectos que oscilan desde contratar a tropecientos asesores hasta privatizar servicios públicos. Todo cabe bajo el caparazón de la famosa frase. ¡Pierda usted, oiga, derechos que en un futuro servirá para crear empleo! Y de regalo un recorte en la cuantía de la prestación por desempleo.


Este credo neoliberal, dicen hacer todo para crear riqueza que, a su vez, creará empleo, se ha convertido en el soniquete de una casta de incapaces con el estómago lleno, y la cabeza vacía, que han de justificar su situación y cualquier tropelía que les apetezca cometer, generalmente para justificar el cada vez mayor enriquecimiento de sus amigos y, en ciertos casos, sus protegidos/protectores: las grandes fortunas.
Pero cuidado, querido lector, existe también el reverso oscuro de dicha frase: esto no sirve para crear empleo. El portavoz del P.P. en el Congreso largó el otro día que los 400 euros que reciben los parados que han agotado su prestación no sirve para que la gente encuentre empleo. Hombre, querido personaje, no conozco a nadie que se mantenga con 400 euros al mes, a no ser que reciba ayuda familiar o de organizaciones benéficas, por tanto el problema no reside en que la "magnífica" cantidad que reciben muchas personas (si al portavoz de marras le parece un exceso le propongo que el reciba ese sueldo mensual); más bien deberíamos centrarnos en por qué el sistema NO SIRVE PARA CREAR EMPLEO. Sin embargo, el uso de la demagogia, mediante la repetición ad infinitum de clichés, justifica la más absoluta de las indecencias, pronunciadas por cualquier tipo con la tripa llena y la sección de escrúpulos vacía.
Nos vuelven a vender cuentos, aprovechándose de la necesidad, extrema en muchos casos, de una buena parte de los ciudadanos españoles. El abuso de frases como la mencionada sólo esconde el fracaso más absoluto de un modelo. Oculta, de igual manera, el fracaso moral de unos tipos: políticos, los autodenominados economistas, soplagaitas mediáticos... que hacen de la necesidad de un cuantiosísimo número de personas la excusa para cometer todo tipo de tropelías. Y, en último lugar, y no menos importante, sirve de parapeto y de cortina de humo para no dejar entrever la realidad: no existe un plan viable y racional para acabar con el paro y la depauperización de un gran número de ciudadanos. Los parches son eso: parches, pero ocultan una falta de ideas, de planificación a medio y largo plazo que nos aboca a la incertidumbre y a la pobreza.


Pero ya sabe, estimado lector, mientras tanto ellos no tendrán problemas, porque resolver este problema sirve para crear empleo. Al menos para aquellos que viven a cuerpo de rey y que se llenan la boca, y los bolsillos, mientras utilizan dicha frase a diario.
Un saludo.



domingo, 12 de agosto de 2012

RELATOS BREVES ESTIVALES

Había sido educada desde pequeña para esperar ese momento. En un principio no identificó los sentimientos que poblaban su interior. Creyó que todo era debido a la confusión y el ajetreo derivado del suceso. Pero no, sentía una tristeza, que a ella le parecía infinita y eterna. Treinta y dos años, desde que tenía conciencia, de obediencia y seguimiento de los preceptos escritos en aquel libro ideado por el fundador de aquella poderosa rama de la Iglesia la debían haber preparado para ese momento, pero siete días después del fallecimiento en accidente de tráfico de su marido y de su hijo mayor no encontraba consuelo en la idea de que ambos habían conseguido lo más importante: encontrarse con su Señor.

Allí, frente a su madre, escuchaba impertérrito lo escasamente acertado de sus gustos musicales. Esos melenudos que gritaban y ejecutaban ese ruido infernal no podía ser una buena influencia para él, al menos eso decía su progenitora empleando unos argumentos utilizados por ella hasta la saciedad. Ajeno a la filípica que partía de la mujer que tenía enfrente él considero que, de nuevo, no era ocasión para exponer su verdad más acuciante a su madre: desde hace unos meses poseía la certeza absoluta de ser homosexual. Debería esperar otra ocasión más apropiada para hablarle de su novio.

Tras años de luchar por alcanzar una posición económica desahogada había alcanzado su meta. Nóminas suculentas a fin de mes, comidas de empresa en restaurantes de lujo, viajes en clase bussines pagados por la empresa y fabulosos hoteles constituían su forma de vida. El uso esporádico, cada vez menos, de cocaína también formaba parte de su triunfo personal. Su mujer había aceptado de buen grado esta situación, el dinero permitía que accediera a esos vestidos y bolsos que siempre había deseado que ocuparan parte de su armario. En ese momento, bajo el tórrido calor estival, tras desparecer el efecto de la tercera raya esnifada ese día, se encontró con dos extraños frente a él. De repente una idea fugaz asoló su persona: se acababa de dar cuenta de que era incapaz de contar un hecho significativo relacionado con esos dos extraños: sus hijos.

Allí, postrado en aquella cama de hospital, llevaba más de una semana. En ese tiempo su estado había mejorado de manera significativa. La operación había sido calificada por el cirujano como un rotundo éxito y podía dar fe de que la mejoría que había sufrido desde que le habían extraído la bala que aquel ladrón le había disparado. Sin embargo, a pesar del tiempo transcurrido, aún le atormentaba la imagen de aquel tipo que le miraba fijamente mientras empuñaba una pistola, que no dudo en disparar contra él. La visión de aquel joven, de la edad de su hijo pequeño, le perseguía de manera inmisericorde. El autor del disparo había sido el mejor amigo de su hijo pequeño hasta hace unos cinco años, fecha en que cada uno tomó un camino dispar. 

Tabaco, marihuana, un papelillo y una boquilla de cartón, todo mezclado y liado de forma conveniente antes de ser compartido por los dos. Después un largo periodo de risas sin cuento, no importaba que el reloj marcase más allá de las dos de la madrugada, el tiempo había que paladearlo. Cuando al fin decidieron encaminar sus pasos hacia la cama observaron, camino de la misma, como su hijo dormía despreocupado. Ya sobre las sábanas nuevos momentos para reír de manera casi compulsiva. La marihuana les provocaba ese estado que no querían desaprovechar. Al día siguiente, cuando su hijo despertó, ellos llevaban un par de horas despiertos. Habían limpiado la casa y planificado las actividades del día. Cuando su hijo se despertó  volvieron a sonreír de manera cómplice y despreocupada, especialmente tras escuchar de labios del pequeño que quería mucho a ambos.

El psiquiatra escribía mientras él desgranaba sus ideas. Una de ellas constituía una verdadera obsesión: se sentía vigilado. Alegaba que existían cámaras de vídeo por doquier; que cualquier operación electrónica permitía su identificación y un análisis de su vida; que el Estado controlaba todos sus movimientos por avión o cuando se alojaba en un hotel. Esta forma de control le impulsaba a limitar su actividad diaria, evitando en la medida de lo posible todo este tipo de actividades, que podían permitir que ciertos poderes supieran de él más que el mismo. Tras cuarenta minutos de charla, aderezada con preguntas intercaladas del terapeuta, éste se dirigió a su paciente con voz calma diciéndole: "Sus argumentos tienen cierta base, pero echo en falta uno fundamental: nadie tiene interés en controlar una vida tan vacía como la suya, basada en no vivir para que no sepan de usted".

viernes, 10 de agosto de 2012

NUEVAS REFLEXIONES

Parece que España se vuelve cada vez más europea: quiere impedir el acceso a la sanidad a los inmigrantes ilegales, especialmente a aquellos más pobres. Dicha noticia deja encierra diferentes aspectos interesantes de analizar. En España, como en Europa, se da por hecho que existe y va a existir un cuantioso número de inmigrantes que han entrado y permanecen en los países de forma ilegal. Parece que este tipo de inmigrantes, que tienen la extraña costumbre de enfermar de vez en cuando, se sustentan del aire, pues el hecho de residir de manera ilegal en un país les impide tener un contrato de trabajo. Por otra parte existe un problema: millones de personas habitan decenas de países de forma ilegal, sin que las autoridades sean capaces de dar una solución al problema en cuestión. De igual manera parece que nuestro país va a empezar a cobrar por los servicios prestados a ciudadanos de otros países de la U.E. y del primer mundo por los servicios prestados, poniendo en práctica para ello los convenios ya existentes (e imagino que creando otros nuevos). La pregunta surge de manera instantánea: ¿por qué no se hizo antes? ¿De quién es la culpa? Por último, parece que se va atender gratuitamente a aquellos enfermos que residan ilegalmente en nuestro país cuando se trate de urgencias, embarazos, niños o los pacientes tengan enfermedades que puedan poner en peligro al resto de la ciudadanía. Tenemos la suerte de que todos los inmigrantes ilegales de este país sepan medicina y por ello saben distinguir cuando su enfermedad requiere una atención urgente o puede suponer un problema para sus conciudadanos. De otra manera es posible que por miedo, o por insolvencia, no acudieran aunque tuvieran el virus del Ébola.

Desde los partidos mayoritarios de siempre, P.P. y P.S.O.E., se ha criticado la acción de miembros del Sindicato Andaluz de Trabajadores, que no pagaron productos adquiridos en los mismos, destinados, a priori (el banco de alimentos los ha rechazado), a personas con necesidades extremas. Desde las filas del partido del Desgobierno se ha aplaudido la intervención del mismo contra las personas que realizaron tal actividad, hablando de dar ejemplo. El siguiente paso ejemplificante podía consistir en largar del Desgobierno a la ministra que compartía un Jaguar con su ex marido un Jaguar salido del caso Gurtell; o a varios ministros cuyos intereses privados entran dentro del campo de su ministerio. Lo de largar del partido a corruptos, presuntos corruptos y demás inmundicia lo dejaremos para después.


http://www.cincodias.com/articulo/empresas/gobierno-indulta-alcalde-pp-condenado-prevaricacion-urbanistica/20120718cdscdsemp_9/

El B.C.E. propone de nuevo las medidas de siempre para acabar con la crisis: menos derechos, menos sueldo y más explotación. Uno empieza a considerar que estos tipos, elegidos de manera arbitraria y oscura, tienen parte de razón: se les debería largar a la calle a todos por ineptos, no aciertan una, prohibirles ejercer su profesión en la U.E., y confiscarles sus cuentas para paliar, mínimamente, las consecuencias de sus estupideces ideológicas. Lo más probable es que sus directrices nos vayan dirigidos a ellos mismos, a pesar de su falta de productividad, su nefanda gestión y su nula capacidad intelectual. Como siempre sus consejos tienen un destinatario: el ciudadano que no les ha elegido. Curiosamente en ningún momento estos tipos hablan de luchar contra los paraísos fiscales, subir los impuestos a los más ricos o comprar deuda pública, lo que solucionaría una parte significativa de los problemas de España e Italia. Seguramente sea un olvido de estos personajes tan atareados.

El portavoz del P.P. en el Congreso se cuestiona la utilidad de la percepción de los 400 euros por parte de los parados que han agotado su prestación. Parece ser que dicho dinero no sirve para que encuentren trabajo. Tal vez sea porque ese dinero sirva para ir malviviendo durante unos meses. Por cierto, doy desde aquí un consejo a los perceptores de este subsidio: afíliense a cualquier partido de los que se arrime o se pueda arrimar en un tiempo prudencial al poder. Practiquen genuflexiones en casa, delante del espejo, para realizarlas correctamente delante del jefe correspondiente de la organización política en cuestión. Cambie su lenguaje y diga sinsentidos continuamente o mensajes vacíos de contenido. No se cuestione su capacidad para ocupar un cargo público, para eso están los asesores y conseguirá, con alto grado de probabilidad, lo que no han conseguido los 400 euros mensuales: encontrar un trabajo bien remunerado y sin grandes complicaciones.

Varios bancos europeos, algunos de los más grandes, aparecen implicados en la distorsión de los datos del LIBOR (tipo de interés interbancario de referencia en el mercado anglosajón). Directivos del Barclays se desmarcan de tal práctica mafiosa, acusando a empleados de poca enjundia (el de la limpieza, dos seguratas y la cabra de la legión) de tal actividad, aunque su máximo responsable ha dimitido. El resto de dirigentes de los bancos implicados callan ante las acusaciones, al igual que el BCE y otros organismo propensos a recortar derechos a los trabajadores. La banca privada europea, a pesar de recibir una talegada del BCE y de los estados, sigue poniendo en práctica formas de actuar delictivas. Ni el capitalismo se ha refundado ni se han puesto cortapisas a los abusos de las grandes corporaciones financieras ni existe interés alguno. El objetivo se centra en exprimir más a los ciudadanos, al menos hasta que parte de la banca colapse de nuevo. Cuando llegue ese momento ya veremos lo que ocurre.

Ángel Carromero, dirigente de Nuevas Generaciones del P.P., que conducía el coche cuando se produjo el accidente que costó la vida los disidentes cubanos Oswaldo Payá y Harold Cepero, tenía un amplio historial de infracciones de tráfico en nuestro país, que ha provocado que le retiren el permiso de conducir en España. Tras la dimisión del anterior Secretario General de Nuevas Generaciones por conducir ebrio pudiera parecer que la conducción y la dirección de la sección alevín del partido en el Desgobierno no son un buen cóctel. Volviendo al tema de dar ejemplo: ¿el uno y el otro seguirán ocupando cargos en un partido que predica las buenas prácticas y la actitud ejemplarizante? ¿Es posible que estos tipos tengan un cierta sensación de impunidad por sus actos? ¿O sólo son jóvenes sin mucha cabeza? Alguien me decía que con estos tipos los Castro, dictadores cubanos, no necesitan ayuda para acabar con la oposición. 

Las CC.AA. y los ayuntamientos realizan de manera continua, y en muchos imperceptiblemente, recortes de derechos que afectan a pequeños colectivos. Dicha forma de actuar, menos atractiva para los medios de comunicación, que no de información, que las grandes medidas tomadas por el Desgobierno de España, afectan en mayor medida que las grandes reformas, recortes de derechos, emprendidas por la cuadrilla dirigida por Mariano Rajoy Brey. A la chita callando se están cepillando los derechos de millones de personas de manera sibilina y atroz. Si queda algún colectivo ciudadano no afectado por las barrabasadas de estos tipos que levante mano. Abstenerse banqueros y grandes empresarios.

En estos días sufrimos una ola de calor que afecta a gran parte de España. Muy pocas zonas se libran de las extremas temperaturas. Entre los lugares que no sufren el azote de los calores estivales se encuentra la elegida por Mariano Rajoy Brey para pasar sus vacaciones, Sanjenjo. Si uno no supiera que es casualidad pudiera llegar a pensar que hasta ese extremo nos castiga el Desgobierno de España. ¡Rediós, lo quieren todo para ellos!

miércoles, 8 de agosto de 2012

LOS VISIGODOS Y NOSOTROS

Actualmente leo una obra sobre el periodo visigodo en España (ya conoce el lector habitual mi afición por la Historia). Uno, que no acaba de sorprenderse, ha podido comprobar como el sistema de funcionamiento de la nobleza visigoda no distaba mucho de lo que ocurría en España en el siglo XIX, especialmente en la época de Isabel II. Las élites en el poder, una minoría, utilizaban todos los medios a su alcance, generalmente mediante el uso de las armas, para acceder al poder. En estos combates siempre había un bando perdedor, resulta lógico, que, tras un tiempo prudencial, volvía a ver restituido toda o buena parte de su patrimonio, así como sus posibilidades de ocupar el poder, bien los insurrectos, bien algún familiar. Aunque, a diferencia del siglo XIX, algunos de estos "insurrectos" podían perder la vida durante el fragor de la batalla que esperaban les condujese a lo más alto del escalafón. En la España Isabelina los cabecillas solían largarse al exilio cuando veían peligrar su empresa y eran los que ocupaban los escalafones de mando inmediatamente inferiores los que pagaban con su vida el intento de "alterar" el orden establecido. 
Sé que esta simplificación del asunto oculta otros aspectos de la Historia sustanciales, pero no tengo especial interés en pormenorizar sobre asuntos que, lo reconozco, no domino y que resultan insustanciales para desarrollar la entrada que me traigo entre manos. 
Tras los seis años que siguieron a la Gloriosa, que supuso el destronamiento de Isabel II, los Borbones implantaron un sistema de turnismo bipartidista que acabó con los levantamientos de las facciones que no ocupaban el poder. Dicho sistema, podrido hasta la médula, evitó algo que parecía ser consustancial: los levantamiento armados. 


Antes de continuar me gustaría reseñar que voy a obviar los movimientos obreros que se produjeron durante esta época, por considerar que no aportan nada importante para la comprensión de lo que deseo exponer.
El sistema se derrumbó progresivamente y acabó desembocando en la dictadura de Primo de Rivera, que contaba con la aquiescencia del Borbón en el poder, Alfonso XIII, y con la de ciertos partidos, entre ellos el PSOE, al menos al principio. Pero la situación del país acabó con el rey en el exilio y la proclamación de la República, la 2ª. Cinco años de esta forma de gobierno bastaron para que los españoles nos enfrascáramos en una guerra sin cuartel entre nosotros mismos. Parece justo reseñar que durante este periodo, antes del golpe de Estado del 36, existieron, al menos un par de intentos de subvertir el orden constitucional. Contrariamente a lo que muchos defienden, especialmente la gente de derechas, la primera se produjo en el 32, capitaneada por Sanjurjo. Este personaje un año antes resultó fundamental para que la República se instaurara como forma de Gobierno (en abril del 31 dirigía la Guardia Civil, último bastión de poder que podría sustentar al Borbón en el poder, no dudando en presentarse en el lugar donde se encontraban reunidos los futuros dirigentes de la República, indecisos tras la victoria de sus tesis en las elecciones, para ponerse a sus órdenes, poniendo de esta manera a la Guardia Civil bajo los designios de los futuros líderes de la República). De igual manera Sanjurjo, al que se le conmutó la pena de muerte por su intentona golpista, se convirtió en aglutinador y líder de todos los movimientos antirrepublicanos, desde su exilio portugués. De hecho él era la cabeza visible del Golpe de Estado del 36.
Las consecuencias de la Guerra Civil las conocemos de sobra, por lo que avanzaremos en el tiempo hasta la década de los setenta del siglo pasado. 
Tras la muerte de Franco el sucesor de éste, Juan Carlos I, nombrado por el dictador, facilitó un cambio político, a cambio de permanecer en el poder, que mediante lo que conocemos como Transición permitió dotar a este país de un sistema democrático formal, al menos eso nos venden.
Durante estos años se ha establecido una especie de turnismo político bipartidista, con el apoyo en bastantes ocasiones de partidos nacionalistas y regionalistas, que cada vez recuerda más al que se estableció en época del bisabuelo del actual monarca español (digo estableció porque Alfonso XII no fue quien pergeñó tal sistema, faltaría más, para eso existían personas como Antonio Cánovas) y que acabó con el hijo del Borbón en el exilio. 


El actual sistema, bastante menos fraudulento que el propuesto por la Restauración, parece que se ha encontrado con un escollo con el que nadie contaba cuando se diseñó: una crisis, estafa, que ha conducido a la pobreza a casi un cuarto de la población española y que parece va a seguir generando ciudadanos, familias, colectivos totalmente desprotegidos. El desencanto por parte de los ciudadanos hacia una forma de gobierno que permite que los líderes políticos de turno se salten a la torera sus programas políticos, en algún caso reciente mintiendo descaradamente sobre sus intenciones, sin que ello acarree consecuencia alguna para los mentirosos. Desencanto que se alimenta igualmente de la frustración que supone soportar recortes de derechos para la mayoría de los ciudadanos, mientras una pequeña élite ve como sus privilegios siguen siendo válidos, y en algunos casos se incrementan incluso. Desencanto, ¡en fin!, que se produce por falta de respuestas reales y efectivas a los problemas de los ciudadanos, sobre quienes cae el peso de la irresponsabilidad de políticos pasados y presentes. 
Todo ello lleva a pensar a una parte significativa de la ciudadanía que el sistema, instaurado durante los 70 y perfeccionado, o desvirtuado, durante las décadas siguientes, parece no ser suficiente en estos momentos, convirtiéndose más bien en un corsé que aprieta hasta la asfixia a los ciudadanos. De hecho, parece tan evidente lo expuesto que en medios de comunicación del grupo PRISA los mamporreros mediáticos del grupo en cuestión  ya hablan sobre un pacto de estabilidad entre los dos partidos mayoritarios y un algún otro partido nacionalista, con la finalidad de encauzar la situación. Como en el caso del abuelo del monarca campechano, las élites, no sabría decir bien de que tipo, posiblemente financieras, intelectuales seguro que no, intentan salvar al sistema desde arriba, sin contar con la ciudadanía. ¿Hemos avanzado algo desde el siglo VI en que una pequeña élite se repartía el poder?
Resulta evidente que esta intentona, por el momento en la mente de unos cuantos, va encaminada a salvar el estatus quo imperante, que va desde la forma de organización política del país, hasta la preservación de los privilegios de las clases poseedoras del poder económico, pasando por la subsistencia de los grandes medios de comunicación (algunos como PRISA con una situación económica calamitosa). 
No parece difícil determinar que dicha forma de entender la democracia, obviando la opinión de amplios sectores de la ciudadanía, a una parte significativa de las organizaciones ciudadanas, desde partidos políticos minoritarios a sindicatos minoritarios, pasando por asociaciones de todo tipo y a los diferentes movimientos ciudadanos surgidos en los últimos tiempos, constituye un secuestro, aún mayor, de la democracia en nuestro país. Los gobiernos de concentración nacidos de necesidades extremas, creados por los propios partidos en el poder generalmente, suelen constituir un incumplimiento sistemático de los programas electorales; una mentira y un desprecio hacia los ciudadanos, que son tratados poco menos que como trozos de carne, y hacia la democracia, palabra con la que tanto se llenan la boca. 
El intento por copar el poder por parte de los que lo han detentado durante los últimos treinta años al precio que sea, con la excusa de salvar al país, constituye un asalto a la soberanía popular, un pequeño, o grande, golpe de estado, con la excusa de salvarnos del mal absoluto, creado y amplificado hasta extremos inconcebibles por ellos mismos. Por supuesto la idea de un referéndum o de una convocatoria anticipada de elecciones no entra en su vocabulario. "Ellos han sido elegidos para sacar al país de esta situación". Lo cual es cierto, pero falso a la vez. Han sido elegidos para aplicar un programa electoral que pretendía sacar a los ciudadanos de este país del desastre al que nos han abocado unos y otros, pero no para ejercitar el poder como les dé la gana ni para mentir miserablemente. 


Esta situación también se puede observar desde otro punto de vista: la existencia de malestar, frustración, ira... entre una parte de los ciudadanos y la organización creciente de los mismos constituye, o así lo perciben ellos, un escollo para que puedan seguir ocupando plácidamente el poder. La organización social creciente, que está generando movimientos de protesta cada vez más evidentes, constituye una forma de amenaza a lo que los tipos que dirigen los partidos políticos consideran el estado ideal de las cosas, su permanencia en el poder siguiendo las directrices de los poderes económicos que han impuesto la teocracia neoliberal. Desde este punto de vista, de manera fundada o no, los tipos que detentan el poder político ven peligrar parte del pastel que les toca. 
Aunque pudiera parecer algo ajeno a lo expuesto en último lugar las amenazas a FACUA por parte del Gobierno, constituyen otra forma de miedo a perder ese poder. Se intenta laminar legalmente a una organización apolítica que pudiera generar problemas en un futuro, o que lo hace ya en el presente. 
Estos tipos, a los que se les llena la boca con la palabra democracia, pretenden hacernos olvidar a los ciudadanos que la Constitución reconoce la libertad de asociación del ciudadano para defender sus derechos y que los partidos políticos no constituyen el único cauce de expresión de los españoles. Intentar acotar a una minoría el poder de decisión no deja de ser una forma de vulnerar la Constitución del 78, lo cual puede considerarse de muchas formas, pero todas con un significado asociado al secuestro de la soberanía nacional.
Me gustaría concluir esta entrada con un dato histórico. Desde Carlos III ningún Borbón que haya heredado el trono de su padre/madre ha conseguido finalizar su reinado (vamos a considerar que Fernando VII recibió el poder de las Cortes de Cádiz, aunque no sea cierto del todo, para que se cumpla este axioma. Perdón por la licencia).
Un saludo.

martes, 7 de agosto de 2012

EL CHOCOLATE DEL LORO, ¿DE QUÉ HABLAMOS?.

Por segunda vez escribo sobre el famoso chocolate del loro. No recuerdo con exactitud cuando utilicé por primera vez que la manida frase, que sirvió para conformar parte del título de una entrada; aunque sí tengo conciencia de que la entrada vino motivada por las declaraciones de un preboste de la jerarquía católica, que intentaba justificar ciertos privilegios. En esta ocasión no cargaré contra los representantes de un cierto dios en la Tierra, al menos así se denominan ellos, por no parecerme oportuno. Demasiado tendrán ellos con explicar a su dios las contradicciones entre su prédica y su práctica, siempre en caso de que exista ese deidad, tan voluble a las necesidades de una jerarquía anquilosada y alejada de la realidad. No, no merece la pena perder el tiempo del amable lector con vendedores de salvaciones futuras cuya vida transcurre entre oropeles y realidades palaciegas, con intrigas del mismo tipo incluidas. Vayamos a por otros seres que de igual manera se desenvuelven entre oropeles, realidades palaciegas y sueldos generosos pagados por los que ellos consideran sus fieles, los ciudadanos, a los que tienen atrapados en su red de espejismo, mentiras y falsa democracia. Efectivamente, hablemos de los políticos, y sus mamporreros mediáticos, que acuñan sin pudor alguno la manida expresión, el chocolate del loro, para justificar sus desmanes y su iniquidad.
La manoseada, baboseada sería mejor escribir, frase se utiliza para justificar gastos de cualquier administración, que generalmente repercuten en el estado de bienestar de políticos y allegados. De igual manera ciertos políticos la esgrimen cuando de subir impuestos a los más pudientes se habla. Hace unas pocas semanas escuchaba una entrevista radiofónica a una secretaria de Estado del actual Desgobierno desdeñando la posibilidad de implantar un impuesto a los más pudientes argumentando que se trataba del chocolate del loro (posteriormente los Técnicos del Ministerio de Hacienda exponían que tal medida podía recaudar unos cuantos miles de millones de euros).


La pregunta surge de inmediato: ¿qué es el puto chocolate del loro para una persona con dos dedos de frente y un poco de vergüenza?
Parece claro que uno de los criterios para responder a este interrogante es la cuantía económica. Sin poder definir una cantidad exacta parece claro que cuando hablamos de millones de euros, no digamos nada si nos referimos a miles de millones, dicha forma coloquial de hablar no tiene cabida.
Por ejemplo los más de cuatro millones de euros, casi cinco, que cuesta al contribuyente la externalización de un servicio como el envío de la vida laboral a los trabajadores no es el chocolate del loro. Además en este caso se dan dos supuestos que confluyen para que esta medida se pueda considerar un despilfarro: el servicio estaba cubierto por los funcionarios de la Tesorería General de la Seguridad Social y el funcionamiento se caracteriza por su ineficacia.
Otro ejemplo. Ayer publicaba la prensa que el servicio de catering ofrecido los viernes a altos cargos del ministerio que dirige la Fátima Báñez nos costaba a todos algo menos de cuatro mil  euros mensuales. Reconozcamos que la cantidad parece pequeña (que se lo digan a las familias que han traspasado el umbral de la pobreza), pero ¿para qué cojones hemos de pagar con dinero público a unos fulanos que ya reciben un sueldo de la Administración su comida? Comida que parece debe ser opípara por la cuantía.
Por tanto parece que la cuantía no puede considerarse un único y fiable indicador de en que consiste el chocolate del loro. Necesitamos algún otro medidor fiable que ayude a delimitar el concepto.
A uno se le ocurre uno con el que creo que el lector estará de acuerdo: la utilidad social de dicho gasto o, en su caso, impuesto. Parece evidente que los dos ejemplos anteriores carecen de toda utilidad social, más bien al contrario, suponen una carga al conjunto de los ciudadanos.
Propongo al amable lector que pierda dos minutos y pico y vea este vídeo. Tal vez el concepto de chocolate del loro, que tanto esgrimen los políticos patrios para justificar sus privilegios, no se entienda igual en todos los países.


Pero, ¿siempre es tan clara esta distinción como en los casos expuestos anteriormente? Desde mi punto de vista sí. Veamos algún ejemplo.
El Gobierno de Extremadura ha propuesto a los médicos que a cambio de derivar a menos pacientes a los diferentes servicios encargados de realizar pruebas diagnósticas cobrarán más. Sí, querido lector, esta es una de las geniales medidas que intenta implantar el P.P. en Extremadura. Aparte de constituir una forma de, a cambio de la salud del paciente, intentar contentar a un colectivo de funcionarios, constituye un atentado contra los ciudadanos y la representación suprema de lo que significa la frase el chocolate del loro. Unos iluminados deciden que para contentar a un colectivo se realicen diagnósticos médicos en base al ojo de buen cubero del galeno en cuestión. No hace falta poseer una gran inteligencia para llegar a la conclusión de que los médicos que estén dispuestos a seguir esa senda cometerán más errores en su diagnóstico, lo que provocará un mayor gasto en bajas médicas, en medicación y, en casos extremos, problemas muy graves para el paciente. Todo ello, además de repercutir en la calidad de vida del enfermo, generará un mayor gasto sanitario que, por supuesto, habremos de pagar entre todos. Parece claro que nos enfrentamos ante un claro ejemplo del chocolate del loro: a cambio de "contentar" a un colectivo tendremos más gastos y algo que no es desdeñable, una menor calidad de vida para muchos pacientes.


Este mismo caso se producirá en la Comunidad de Madrid, donde han decidido que los niños con discapacidad derivada de un Trastorno del Espectro Autista que estén escolarizados en centros educativos no reciban los tratamientos especializados que los servicios de Atención Temprana de dicha comunidad realizan. La excusa: la duplicidad de servicios. El desconocimiento, la falta de criterio y lo que es más importante, la estulticia de los políticos parecen haber encontrado en este caso un límite difícil de alcanzar.
Imagino que muchos lectores tendrán hijos sin ningún tipo de discapacidad. Si no es el caso seguro que tendrán sobrinos, hijos de amigos... y conocerán algo del desarrollo evolutivo de los pequeños y la importancia de los primeros años para ir conformándose y creciendo en todos los ámbitos. Pensemos ahora en niños que por causa de una discapacidad, generalmente grave, no tienen la capacidad de realizar esos progresos de manera "autónoma". Pequeños que además necesitan de servicios altamente especializados, que en muchos casos no puede ofrecer el sistema educativo ordinario. Servicios diseñados para que los niños alcancen, en la medida de sus posibilidades, la inclusión social. ¿Estamos hablando de duplicidad o complementariedad de servicios? ¿Nos referimos a despilfarro o a dotar a ciertas personas de una mayor calidad de vida? ¿El ahorro inmediato va a generar más o menos gasto en el futuro? Parece obvio que a una persona, con discapacidad o sin ella, que se le ofrecen los recursos necesarios para desarrollarse lo máximo posible necesitará en un futuro menos recursos sociales que a otra que, especialmente en el caso de personas con discapacidad, no se le han brindado esos recursos. ¿Ahorro? A medio y largo plazo al contrario, más gasto y, lo más importante, menor calidad de vida para esas personas. De nuevo el chocolate del loro: ahorrar ahora para gastar más.
Antes de seguir con la entrada me gustaría dejar un enlace donde se expone lo que los padres de niños con TEA piensan respecto a las medidas propuestas por el Gobierno que encabeza la populista, inculta y experta en deformar la realidad Esperanza Aguirre:

http://autismomadrid.es/2012/07/29/posicionamiento-de-la-federacion-autismo-madrid-con-respecto-a-la-atencion-temprana-de-los-ninosas-con-tea/

Parece claro, al menos así lo considero, que los dos últimos ejemplos sirven como indicador fiable para desarrollar un segundo indicador de que constituye el chocolate del loro y que constituye una estupidez supina. La UTILIDAD SOCIAL de las medidas tomadas, la forma en que afecta al ciudadano, a su calidad de vida, y el coste económico a medio y largo plazo de dichas medidas para el conjunto de la sociedad constituyen un magnífico referente para delimitar que es el chocolate del loro.
El hecho de que un político cobre menos y tenga menos prebendas, por ejemplo que se pague su comida los viernes, aunque suponga un pequeño ahorro, no constituye el chocolate del loro. El impuesto de transmisiones, de patrimonio no constituye el chocolate del loro. La privación de servicios básicos al ciudadano que redundan en una peor calidad de vida del mismo y en mayores gastos en un futuro no constituye ningún chocolate del loro.
Lo único que uno siente de todo este asunto es que el loro no se revuelva de vez en cuando y de algún picotazo a algún malnacido, espetando a continuación una frase que podría rezar de esta manera: ¡estoy hasta los cojones de tu chocolate!
Un saludo.