lunes, 26 de marzo de 2018

FEMINISMO (IV y última)

Parece llegado el momento de llegar a conclusiones, tras la gran cantidad de datos aportados, muchos de ellos extraísdos de de organismos oficiales, que parecen pintar un panorama bastante distinto al que las Pepa Bueno, Barbisjaputas, AnitasBotwin, las que se parapetan bajo el nombre de Thermis y demás tropa nos presentan.
Toda esta gente nos presenta a la mujer como un ser desvalido (menos ellas, por supuesto), en manos del hombre, despiadado y cruel. Por supuesto, todo ello huele a esencia de nacionalcatolicismo (muchos aún no se han quitado esa forma de pensar de su fuero interno). Situar a la mujer como un ser débil, incapaz de decidir por sí misma y sometida al hombre, constituye una caricatura de la realidad. Una caricatura de la realidad interesada, que cierta gente, con pocas luces e igual de totalitarista que los Herrero Oria o los Gomá, llevan hasta sus últimas consecuencias:



Pilar Primo de Rivera tiene que estar partiéndose de risa en su tumba. Aunque, por suerte, hay mujeres, con mucha experiencia, que saben que estas feministas de tercera generación son una vuelta al pasado más oscuro y retrógado:

https://www.efe.com/efe/espana/sociedad/mujeres-artistas-e-intelectuales-francesas-critican-el-puritanismo-de-la-campana-contra-acoso/10004-3486918

Tal vez el mejor diagnóstico de todo este moralismo progre haya aparecido en esta página de la revista Mongolia




Una de las cuestiones que parece sostener el argumentario de las feministas de tercera generación es el tema de la violencia de género. Como hemos visto, la cuestión no se debe a eso que llama heteropatriarcado, produciéndose violencia en todo tipo de relaciones, incluidas la de las madres hacia los hijos, ver segunda y tercera parte de Feminismo, entre parejas lesbianas, ver tercera parte de Feminismo, e, incluso, mujeres matan a hombres que eran parejas o exparejas suyas, ver tercera parte Feminismo. Entonces, ¿por qué fijar la vista sólo en parte del problema? Puede que la respuesta la tengamos en esta majadería protagonizada por Carles Francino:

http://cadenaser.com/programa/2016/10/26/la_ventana/1477481515_946742.html

Esta metedura de pata, que bien podría haberle costado el puesto, deja entrever lo que ocurre con estos apóstoles del nuevo feminismo (que no buscan la igualdad).
En primer lugar dan credibilidad a todo lo que diga una mujer contra un hombre, llegando un tipo que se denomina periodista a no contrastar las fuentes.
Cuando se demuestra que el fulano es un mal profesional habla de un terrible problema que jamás se toma la molestia de analizar a fondo (véase Feminismo III).
A cambio de esa contribución a la "causa" recibe premios de asociaciones ¿feministas?
Parece que está claro, se trata de presentar a las mujeres siempre como víctimas de unos monstruos difusos, criados en el machismo y el heteropatriarcado. El heteropatriarcado sirve igual para justificar un baile nacionalcatólico, como el de arriba, como para tapar la incompetencia periodística. Pero, ¿qué es el heteropatriarcado?
Una cosa parece obvia, las sociedades en las que vivimos hasta ahora son patriarcales. A partir de aquí, el heteropatriarcado es algo etéreo, que igual sirve para buscar la causa de una muerte que para quejarse porque te dejan pasar primero, por la mala educación de un tipo que se espatarra en un transporte público o por el lenguaje. Obviamente, el heteropatriarcado (término absurdo, pues existe la palabra patriarcado) sirve para justificar lo que le da la gana a unos iluminados que profesan una religión basada en distinguir entre buenos y malos. Estos malos no siempre deben ser hombres, las mujeres que opinan que estos profetas son unas iluminadas. Por supuesto hay una palabra que califica todo lo que no les gusta a estas nuevas feministas: machista. Resulta obvio que si cierta gente te califica de machista lo hace porque tiene un Master en machismo, feminismo, un doctorado en Sociología y otro en Psicología Social; aunque, lo más frecuente, es que se traten de personajes venidos a más, como la auxiliar de vuelo que se esconde bajo el pseudónimio Barbijaputa.
Volviendo al lenguaje, me gustaría que el lector viese este tuit:



Este tuit viene provocado por una entrevista a una mujer que profesa el Corán y que se declara feminista

https://elpais.com/elpais/2018/03/12/mujeres/1520868364_462914.html

Por supuesto defiende que el Corán no defiende la discriminación, pero como todas las religiones, son interpretadas como a cada uno le interesa. Ella no ve discrimatorio que por ser mujer tengas que ponerte un velo. Curioso concepto de machismo. Por supuesto, que se olvida del papel secundario de las mujeres en casi todos los países islámicos (también se olvida de que Mahoma se casó con una niña), pero habla de lenguaje inclusivo. Pero, como dice el tuit de manera muy acertada, las formas, el lenguaje, nada tienen que ver con la igualdad real. Sin embargo, existe cierta gente que insiste en ello. ¿Sabe el lector cuánto dinero PÚBLICO  se gasta en pagar a personas que van hablando por centros educativos, que publican folletos o dan charlas defendiendo que el lenguaje es machista, no inclusivo y otro tipo de ocurrencias similares? Algo parecido sucede con otros temas, atribuyendo en exclusiva ciertas conductas a los hombres, por ejemplo el tema de los celos, que, como se ha visto en el asesinato de un niño hace bien poco, no resulta una característica diferenciadora de los hombres. Incluso en sus extremos más patológicos. Los celos pueden llegar a ser un infierno en una relación, pero no resultan exclusivos de hombres o de mujeres.
Pero sabe, querido lector, la publicidad institucional, esa que pagan las administraciones, que pagamos entre todos, a los medios de comunicación y  a otras entidades, es un buen reclamo para no profundizar. Leía que antes de la crisis algún grupo de comunicación, el grupo Vocento, llegaba a recibir un 10% de sus ingresos gracias a la publicidad institucional. De nuevo dinero público, de todos, para unos pocos.
Esta gente, muy orgullosa de haberse conocido a sí misma, intenta desvirtuar todo, incluido el deporte.En los últimos tiempos se ha puesto muy de moda comparar los éxitos de las mujeres y los de los hombres. Las mujeres han conseguido tantas medallas y los hombres menos. Esta comparación es tan absurda como los personajes que la hacen. Los que practicamos deportes sabemos que competimos, en primer lugar, contra nosotros mismos, llegando siempre un poco más allá o, en mi caso, no perdiendo mucho con el paso de la edad. Por si eso fuera poco, los deportistas suelen competir contra otros deportistas de su mismo sexo, excepto en Hípica y o en curling. Por tanto, establecer comparaciones entre hombres y mujeres parece un poco chusco. Uno imagina que Garbiñe Muguruza prefirió tener en la final de Wimbledon del año pasado a Venus Williams que a Rafa Nadal. Han convertido una práctica necesaria para el bienestar de la gente en una pretendida lucha de sexos.Parece mucho más normal tomar nota de lo que realiza la Federación Española de Baloncesto, donde en las categorías masculinas y femeninas, tanto en las inferiores como en las absolutas, los éxitos son continuos.
Ya hemos visto en la entrada anterior que el tema de la violencia de género no es algo tan simple como aquello que nos quieren vender. Pero desde muchas estancias, políticos incluidos, se habla de erradicar la violencia de género. Para los políticos es algo muy cómodo: nadie pide responsabilidades reales por las propuestas. En general basta con prometer medidas y repartir dinero público entre asociaciones feministas y de expertos, que, en algunos casos, como vimos en la entrada anterior contratan a gente que poco ejemplo pueden dar o, como hemos visto con el lenguaje, basan sus argumentos en cuestiones falsas.
Uno de los argumentos que esgrimen las feministas de tercera generación es que desean acabar con todas las muertes del machismo. Yo también. De hecho desde que Hammurabi realizó su código acabar con las muertes, los robos... es uno de los empeños de todos los códigos legales. Pero, por desgracia, las cárceles siguen llenas a día de hoy, casi tres mil años después. Cuando escucho esto me acuerdo de esa campaña absurda que lanzó un grupo de comunicación que buscaba conseguir 0 accidentes de tráfico. Imposible. Por desgracia, como he dicho, seguirá habiendo asesinatos de todo tipo, robos, estafas, etc., porque el ser humano es imprevisible y siempre hay alguien dispuesto a salirse de la norma (y más, si como dice el estudio que aparece en la anterior entrada, el 45% de las muertes de mujeres a manos de sus parejas no tienen ningún antecedente de violencia). Lo que se debe perseguir es disminuir todo lo posible este problema. El ejemplo lo tenemos con los muertos en accidentes de tráfico, que han disminuido todo lo posible, hasta alcanzar un mínimo, que parece está generando un pequeño rebote en el número de víctimas por esta causa. Este mismo ejemplo lo encontramos en el número de asesinatos cometido en este país, que han descendido de más de mil al año a unos trescientos, tras una campaña para disminuir estos hechos delictivos. Resulta obvio que para disminuir la violencia de género hablar del heteropatriarcado no sirve. Se deben analizar datos, realizar investigaciones serias, dejando de derrochar dinero dinero de todos en majaderías. Obviamente, esto implicaría que mucha gente iba a perder subvenciones y muchas gente iba a perder su modus vivendi. Como diría mi padre: ¡Que se vayan a picar piedra! Esa gente está malgastando el dinero de todos y eso, queridas feministas 3.0 supone robar, entre otros, a las mujeres o a personas con discapacidad:

http://www.hoy.es/extremadura/sentimos-rabia-quitan-20180307003826-ntvo.html

Sin embargo, el dinero para asociaciones feministas y para cuestiones relacionadas con la mujer en el ámbito rural no deja de fluir. ¿Quién controla en realidad la finalidad de todo ese gasto y, sobre todo, su rentabilidad? (Cuando releo esto me acuerdo de lo que me dijo una amiga sobre las inversiones de dinero público en emprendedores, el poco control de ese dinero y los escasos resultados de dichas inversiones. Y me lo dijo alguien que participaba en esos proyectos).
Aunque me he sentido tentado no voy a restregar que entre esas personas con discapacidad que han visto recortados sus servicios, o la posibilidad de vivir con la persona que aman, existen mujeres, a las que ninguna asociación feminista de tercera generación defenderá. No se trata de hacer amarillismo como ellos.
Resulta obvio que toda esta gente tan maravillosa jamás se plantarán delante de un prostíbulo donde sepan que tienen mujeres esclavizadas (si lo hacen, por favor avísenme, porque contarán conmigo) para luchar por erradicar algo tan horrible como la esclavitud de mujeres, sólo por el mero hecho de ser mujeres. Desde sus despachos o parapetados detrás de un teléfono de última generación se encargarán de criminalizar a todo aquel que no piense como ellos y no sólo eso, de negar la capacidad de reinserción de alguien condenado por violencia de género, aunque sea por un insulto, como vimos en la anterior entrada o de condenarle de antemano, obviando la presunción de inocencia que diferencia a un estado de derecho de, por ejemplo, a un estado como la España de Franco. Eso sí, si el acusado es colega, no dudaremos en llevarlo a donde sea a defenderse, como hizo Pepa Buena con su amiguete el exministro del que hablamos en el anterior post.
Por todo ello, no me cabe duda de que todo este movimiento feminista de tercera generación, de profundas raíces neoliberales y elitista, no se encarga de velar por la igualdad, sino por algo bien distinto. El ideal de mujer triunfadora que venden, basado en el ideal calvinista que inspiró el Capitalismo y a entidades como el Opus Dei, deja bien a las claras que todo gira en torno al triunfo en el mundo laboral, minimizando hasta el ridículo otros aspectos. No se trata de liberar a las mujeres de nada. Más bien pretenden imponer una visión del mundo. Están en su derecho de hacerlo, pero lo que parece hipócrita es desvirtuar la realidad, criminalizar a otros seres por su sexo, contraviniendo sus derechos fundamentales y aprovecharse del dinero ajeno para implantar su doctrina.
Fruto de esa doctrina se hizo un simulacro de huelga el 8-M que, de manera obvia, sólo sirvió para calibrar a cuanta gente se podía sacar a la calle e intentar imponer un mensaje único. El problema es que todo ello acabó siendo desenmascarado por sí mismo. Cuando la nieta de un dictador genocida reivindica a su abuelo como feminista:


O cuando ponen como ejemplo de lucha por la igualdad a una mujer que debe todo lo que es a casarse con un hombre, a una mujer, de familia franquista, que hace un par de semanas intentaba convencer a una anciana de que Podemos era mala y otra que no hizo el programa el 8 M porque nadie quería hacer el programa.



O cuando alguien, que si que ha sido igualitario, al menos para ciertas cuestiones, se olvida del pasado.


O cuando alguien, con 30 años, se queja de que le descuenten un día de huelga



O, en fin, cuando a la gente se le va la pinza y debería recibir terapia.


Por cierto, el tal Moha es el que anda lecciones sobre lo racistas que somos.
O cuando el Presidente del Gobierno, el que debe actuar para aquellas desigualdades desaparezcan, está de acuerdo con la huelga:

http://www.europapress.es/epsocial/igualdad/noticia-rajoy-acuerdo-reivindicacion-huelga-feminista-cree-aporta-mas-causa-trabajando-20180301113949.html

Tenemos lo que tenemos. Una performance, a mayor gloria de cuatro iluminados, que sirve para medir músculo, pero que en nada a cambiado las cosas. Vamos a poner ejemplos de actos que si han servido para cambiar algo:

http://www.elmundo.es/madrid/2017/11/07/5a01ff24268e3e1f638b45db.html

https://www.elperiodico.com/es/economia/20170629/estibadores-y-patronal-firman-un-acuerdo-que-pone-fin-a-la-huelga-en-los-puertos-6136477

https://www.efe.com/efe/espana/economia/desconvocada-la-huelga-de-maquinistas-en-renfe-tras-un-acuerdo-con-empresa/10003-3539272

http://www.laopiniondemalaga.es/malaga/2016/03/11/malaga-pone-10-dias-huelga/835110.html

Aquí la empresa ofreció mejoras, pero los trabajadores siguen en sus trece y luchan por conseguir lo que creen justo
http://www.eltelescopiodigital.com/index.php/es/san-fernando-de-henares/55427-los-trabajadores-de-amazon-no-desconvocan-la-huelga-tras-reunirse-con-la-empresa.html

Y podría seguir ad infinitum, pero no deseo aburrir al lector.
Sin embargo, este esperpento ha servido para desvirtuar todas aquellas huelgas, como las que figuran arriba, que sí que tiene objetivos claros y realizables y que tanto incomodan a los neoliberales. Tal vez esa sea la clave: estas caminatas solidarias sirven para desmovilizar a los trabajadores, haciendo creer a una parte de ellos que están haciendo algo para cambiar las cosas saliendo un rato a caminar con los colegas. Por supuesto esta troupe de "triunfadores" no van a ir a casa de la mujer, y del hombre, que trabaja por dos euros la hora a luchar con ellos, codo con codo, para cambiar las cosas. Es más, es posible que alguna de estas liberadoras de la mujer se codeen en algún acto con Patricia Botín o las Koplowitz. Pero, tranquilos, que ellas no denunciaran que algunas de estas triunfadoras lo son por cuestiones de genes, no de capacidad. Y no lo harán porque tienen mucho que perder.
Un saludo.

FEMINISMO (III)

Vamos a comenzar esta tercera parte dedicada al feminismo con un vídeo en el que aparece una mujer que se declara feminista, a la que siempre se la ha asociado con el progresismo:


El vídeo parece que deja claras varias cuestiones:

  1. No todo el mundo dentro del feminismo piensa igual.
  2. Existe una corriente fundamentalista que se dedica a atacar al hombre, si es blanco mejor.
  3. La Ley de Violencia de Genero, de la que luego hablaremos, se utiliza por ciertas mujeres, y por ciertos abogados, de manera artera.
Esto no lo dice sólo Loles León, si uno visita el TL de Twitter de la exministra de Vivienda del Gobierno Zapatero, María Antonia Trujillo, se encontrará con un discurso similar. Por poner otro ejemplo de mujeres no sospechosas de militar en la extrema derecha.
¿Pero esto es cierto? 
Vamos a utilizar un ejemplo real que nos permitirá comprender mejor la situación, el de María Salmerón.
Esta mujer ha sido indultada cuatro veces por tener pendientes distintas condenas:


Los políticos han mostrado su apoyo más absoluto a esta mujer, como se puede leer en el artículo y ver en la fotografía. Hasta Pedro Sánchez se ha referido a ella como ejemplo. Y, como queda dicho, el Gobierno la ha indultado varias veces por distintas causas.
Sin embargo, poca gente se ha molestado en averiguar por qué se ha condenado a María Salmerón y mucho menos por conocer la versión del marido. Y aquí surge la sorpresa:


Un hombre que ha tenido tres mujeres, sólo ha tenido problemas con María Salmerón. Su actual mujer teme a la indultada (¿no le recuerda al lector al vídeo con el que iniciamos esta entrada?). En la entrevista se pueden ver a hijos de las primera y de la actual relación. No sólo eso, sino que es un hombre reconocido en su profesión por sus propios compañeros.Por supuesto que las condenas por el acoso de María Salmerón no resultan indicativas de quién tiene el problema. 
Este caso resulta muy similar a uno más reciente, que ha levantado mucha polvareda, donde cierta gente obvia las diferentes condenas, en firme, a la madre. 
¿Quiere esto decir que no existe la violencia contra las mujeres? Ni mucho menos. Aquí están la cifra de mujeres asesinadas en el ámbito familiar durante los últimos años.


Falta el número de mujeres asesinadas en 2017 fue de 49. Demasiadas personas muertas, aproximadamente uno de cada seis asesinatos producidos en este país se puede achacar a esta causa. Sin embargo, merece la pena analizar estos datos, para saber a lo que nos enfrentamos.
Leamos este artículo:


En dicho artículo aparece un estudio, en la que se han investigado 500 muertes por violencia de género (sume el lector en el gráfico y comprobará que son unos dos tercios de los asesinatos ocurridos en estos últimos quince años) que defiende que el 45% de los considerados como asesinatos por violencia de género resultan ser macabros actos aislados, no existiendo ningún antecedente conocido de violencia. De ser cierto este estudio, ¿se podía hablar de violencia machista o de género en estos casos? Parece obvio que habría que investigar las causas y también parece evidente que esto puede explicar, en parte, el por qué de las 49 mujeres asesinadas por sus parejas o exparejas sólo hubiese 11 denuncias previas por malos tratos, como aparece en este enlace oficial del Ministerio:

http://www.violenciagenero.msssi.gob.es/violenciaEnCifras/victimasMortales/fichaMujeres/pdf/VMortales_2018_01_09(2017).pdf

Es posible que no se pueda denunciar lo que no ha ocurrido hasta el momento ni se intuye que va a ocurrir. Lo que no implica que otra mujeres no se hayan atrevido a denunciarlo por pánico ante la situación que estaban sufriendo.
Por otro lado, en este estudios aparece algo obvio: la imagen del maltratador no siempre es la de ese hombre cobarde que se aprovecha de la mujer. En ocasiones esta conducta violenta se extiende a otros ámbitos de su vida y puede ir aparejada al consumo de drogas. En este ámbito también convendría hacer estudios serios que permitan abordar el problema de la mejor manera posible.
Por otra parte, convendría tener una visión del fenómeno más completo. Tal vez merezca la pena leer también este otro informe del Consejo del Poder Judicial sobre las sentencias dictadas en 2015 sobre asesinatos u homicidios acontecidos entre los miembros de la pareja o expareja.

https://docs.google.com/viewer?a=v&pid=sites&srcid=YXNvY2lhY2lvbmFib2dhZG9zZmFtaWxpYS5jb218YXNvY2lhY2lvbi1ldXJvcGVhLWRlLWFib2dhZG9zLWRlLWZhbWlsaWF8Z3g6M2MxMjZjYjc2MGVmNjIzYw

Treinta y nueve sentencias condenando a hombres y diez condenando a mujeres por lo mismo. Este dato no suele aparecer en los medios. Parece que, aunque en menor medida, sí existe una violencia hacia los hombres.
Pero, además, existe violencia, silenciada, entre parejas homosexuales de gays y lesbianas.

https://www.elconfidencial.com/espana/2017-06-27/maltrato-gay-lesbianas-intragenero-violencia-lgtb_1404557/

http://www.bbc.com/mundo/noticias-39725498

Parece obvio que a medida que profundizamos el problema es más complejo y no se circunscribe al ámbito del hombre contra la mujer.
Si seguimos desglosando datos nos encontraremos con otro aspecto que se suele obviar y que quedan reflejados en el documento anterior o este del INE:

http://www.ine.es/prensa/evdvg_2016.pdf

En esta estadística se refleja que una parte significativa de los casos aceptados como violencia de género, cerca del 40%, son llevado a cabo por extranjeros, que, como vimos en la entrada anterior, suponen, más o menos, el 10% de la población española. No se trata de racismo, se trata de datos y, si de verdad se quiere combatir este problema, habrá que analizar todos los factores. Lo siento por la auxiliar de vuelo que responde al nombre de Barbijaputa y por otras iluminadas e iluminados muy progres ellos (que no de izquierdas), pero es lo que las estadísticas muestran. Dicho lo cual,creo que no resulta necesario aclarar que los extranjeros residentes en España sean todos maltratadores, ni mucho menos, pero habrá que analizar estos datos y buscar causas, si es posibles hallarlas, a esta situación.
Es más, según los datos que veremos luego, parece que la Ley no resulta efectiva, pues tras más de una década las denuncias aumentan año a año. Tal vez para dar una respuesta a ello debemos retrotaer mentalmente al vídeo de Loles León y después leer este enlace del diario El País:

Resulta que se denuncian muchos casos  cada año, la media es de unos 125.000 al año (¿alguien se ha dado cuenta de que si todas las denuncias fuesen ciertas en España existirían, al menos, dos millones de maltratadores desde que se aprobó la Ley de Violencia de Genero?) y sólo un tercio son juzgados. De ellos algo más de la mitad son condenatorios. ¿Por qué esa disparidad? Tal vez por algo que no sólo dice Loles León.
Lichis, también de izquierdas, sabe de lo que habla, porque su expareja presentó una denuncia cuando él pedía la custodia compartida. Salió absuelto, pero tuvo que pasar por los juzgados de Violencia de Género y, por supuesto, no consiguió lo que quería: la custodia compartida.

http://www.elmundo.es/cronica/2016/10/31/5814756922601d763a8b4593.html

Tal vez, antes de seguir, la gente debería leerse la Ley de Violencia de Género y descubriría que se puede acusar a alguien de Violencia de Género no por pegar o por humillar, sino por un comentario, una parte signficativa de las condenas lo son por cuestiones que nada tienen que ver con la imagen que se nos transmite en los medios.

http://noticias.juridicas.com/base_datos/Admin/lo1-2004.html


El artículo 41. 2 habla de injuria o vejación injusta de carácter leve, que con la reforma del Código Penal del 2015 desaparece como falta y, a partir de aquí, sólo se contempla cuando se trata de Violencia de Género.

https://www.mundojuridico.info/delito-leve-de-vejaciones/

Pensemos que durante más de una década se ha condenado por violencia de género a personas que han cometido una falta. Pensemos que esta figura a pasado a depender del Código Civil, por la escasez de importancia del hecho, pero se sigue conservando como tal figura en la Ley de Violencia de Género. ¿Por qué?
Si ha leído el enlace verá que la Audiencia de Madrid considera que ciertas expresiones como: "no te cruces en mi camino" o  "gorda" constituyen un delito leve. 
Tal vez, por ahí es por donde vaya Loles León, el Lichis o la exministra Trujillo. 
Mucha de la gente desconoce que una vez se presenta una denuncia de violencia de género en un proceso de separación, todo el procedimiento pasa a un Juzgado de Violencia de Género, que suele ser más rápido que un juzgado ordinario, donde el hombre que pide la custodia compartida tiene muchas menos posibilidades de conseguir lo que desea. A pesar de ello, como podemos leer en el enlace siguiente, algunos juzgados, no todos, suelen distinguir entre un suceso puntual de carácter aislado y una conducta violenta continua:


Es obvio, que ni en los medios de comunicación ni en las asociaciones feministas interesadas, ya veremos en la siguiente entrada en qué, hablan del artículo 41.2, haciendo un tótum revolútum, no distinguiendo, unos de manera intencionada otros por ignorancia (la mayoría) churras de merinas.
Por otra parte, en ocasiones, cuando se juzga a alguien por violencia de género no siempre ha sido él el único agresor. ¿Se acuerda el lector del futbolista del Atlético de Madrid Lucas Hernández?

https://www.elconfidencial.com/espana/2017-02-27/condena-lucas-hernandez-atletico-madrid_1339021/

Parece que antes de quebrantar, ambos, la orden de alejamiento y casarse, se pegaron mutuamente. Lo curioso del asunto es que a ella se le juzgó por violencia en el ámbito familiar y a él por violencia de género (cuando, además, parece que él se llevó la peor parte). ¿Por qué? Porque, tal vez, alguien se olvidó de que existe el artículo 14 de la Constitución.

http://www.derechoshumanos.net/constitucion/articulo14CE.htm

Sí, ése que  habla de que nadie puede ser discriminado, tratado de forma diferente, entre otras cuestiones por su sexo.
Dicho todo esto, parece claro que para intentar erradicar un problema real de maltrato, se creó otro. De hecho, el propio ministro que impulsó la ley reconoció que iba a haber inocentes que iban a pagar por dicha norma... como él:

https://www.vozpopuli.com/actualidad/sociedad/Juan_Fernando_Lopez_Aguilar-Malos_tratos-Vanity_Fair-Entrevistas-PSOE-exministro-eurodiputado-separacion-divorcio_0_846215413.html

Pero esto no le ha pasado a él. Algún "experto" en violencia de género también ha sido detenido precisamente por violencia de género:

http://www.elconfidencial.com/espana/pais-vasco/2017-02-27/violencia-genero-pais-vasco-miguel-alonso-belza-acusado-malos-tratos_1337211/

Otros expertos en el asunto, profesores universitarios no han sido condenados por delitos contra las mujeres, pero sí por delitos contra los niños.

http://noticias.perfil.com/2017/08/10/el-abusador-jorge-corsi-esta-en-libertad-y-trabaja-como-remisero/

Por cierto, este tipo tenía mucho que ver con una asociación feminista de juristas, que se apresuró a borrar todas sus colaboraciones tras las sentencias. Sería curioso saber cuánto dinero se llevó este tipo y cuánto de ese dinero provenía de fondos públicos. Tal vez Pepa Bueno, que colabora con esa asociación, lo pueda aclarar.

Cuatro meses de calvario hasta que se demostró que no era cierto lo que su expareja decía. Por cierto, esa denuncia desestimada, como la del Lichis o como otras muchas, no se computan como denuncias falsas, pero, seguro que sí se computan como denuncias presentadas, al menos entre ciertos sectores.
No me gustaría terminar esta entrada sin hacer referencias a dos aspectos que considero importante.
Como expliqué en la entrada anterior, con datos, porcentualmente las mujeres realizan más agresiones sobre menores. Este porcentaje, en lo relativo a asesinatos de niños, se mantiene. A falta de datos estadísticos fiables (sólo se computan los asesinatos realizados por hombres, como tampoco se computa, al menos que yo sepa, el número de hombres muertos a manos de su parejas o exparejas), organizaciones como Save de Children hablan de una violencia de ambos géneros hacia los niños y de un programa integral para evitar dicha violencia. Es más, cuando alguien se ha molestado en hacer un cómputo de los asesinatos de menores a manos de su progenitores, resulta que el porcentaje de esta macabra estadística sigue los patrones de la de maltrato a menores en general, como lo vimos en el informe del Consejo del Poder Judicial de 2015 o como podemos ver aquí:

http://www.elmundo.es/cronica/2018/03/18/5aad7a67e2704e7f7d8b45b7.html

No, no se trata de hacer una competición para ver quién mata más, obviando los datos que menos interesan, como alguna mujer con un alto cargo público ha hecho hace unos días, en concreto el pasado día del Padre:






El objetivo es intentar evitarlo, para ello resulta evidente que no se puede desvirtuar la realidad, presentando una visión parcial del asunto. Aquí no hay colectivos buenos o colectivos malos. Sólo hay problemas, en algunos casos dramático, que resolver.
Me gustaría concluir con un dato que a mí me parece signficativo: la mayor causa de muertes en España, que no sean producidas por causas naturales son los suicidios:

https://es.wikipedia.org/wiki/Suicidio_en_Espa%C3%B1a

En la estadísticas se observan que se suicidan el triple de hombres que de mujeres (no existe una explicación plausible a tal hecho). Además de los suicidios con "éxito", existen otros muchos que no acaban en muerte, en este aspecto el porcentaje es mayor en las mujeres. Y uno se pregunta: ¿cómo ha estas asociaciones feministas (a casi nadie) no le importa una cuestión que provoca veinte veces más de mujeres muertas al año que las violencia de género (además de otras problemáticas)?
En realidad, una cuestión que genera diez veces más de muertos que el conjunto de asesinatos ocurridos en este país, parece importar a poca gente.
En la próxima y última entrada se intentará hacer una reflexión, entre otras cosas, de la huelga del 8 M, de lo que supone para los que nos sentimos de izquierda este movimiento feminista y de como hay cierta gente que ha vivido muy bien a costa de ello.
Un saludo.

PD: No he visto el documental Silenciados, que aparece en el post que hace referencia a Lichis por lo que no puedo opinar sobre él. 

jueves, 22 de marzo de 2018

FEMINISMO (II)

España, este país donde vivimos es uno de los más seguros del mundo, como se puede ver en este informe de ACNUR, donde figuramos en el puesto veintetrés de los países más seguros del mundo.

https://eacnur.org/es/actualidad/noticias/eventos/cuales-son-los-paises-mas-seguros-del-mundo


Pero, por si eso fuera poco, España es el quinto país del mundo más seguro para las mujeres.

https://es.statista.com/grafico/11772/espana-quinto-mejor-pais-del-mundo-para-nacer-mujer-segun-un-estudio/

Añadido a todo ello somos un país en el que el número de asesinatos es de los más bajo del mundo. A pesar de que lo que podamos pensar por casos como el reciente del niño brutalmente asesinado en Almería, por la actual pareja de su padre, o de casos como el de la madre que hace unos días asesinó a su hijo recién nacido.

http://www.cope.es/noticias/madrid/una-mujer-mata-bebe-oculta-cadaver-armario_175114

Entonces, ¿por qué desde un parte del feminismo se habla de una violencia generalizada hacia las mujeres?
Para explicarlo nos vamos a ir a la acera contraria, cuya forma de pensar y de actuar resulta idéntica a la gente que desde el feminismo lanza esta idea, y vamos a utilizar el ejemplo de la percepción que tiene cierta gente de la derecha de los inmigrantes.
Como es sabido, cierto sector de la ciudadanía defiende que los inmigrantes, especialmente los procedentes de ciertos lugares, vienen a España a delinquir, asociando inmigración a delincuencia. Sin embargo, si vamos a las estadísticas, nos encontramos con que de los más de 4.400.000 inmigrantes que hay censados en España, sólo hay algo más de 17.000 inmigrantes cumpliendo condena en las cárceles españolas. Los datos, de nuevo, demuestran que ser inmigrante no implica ser delincuente y que una información distorsionada, resaltando hechos puntuales e inconexos, ayuda a adquirir una percepción falsa de la realidad, buscando con ello la adhesión a una causa.
De hecho, yo he hecho algo parecido hace un momento. El lector se habrá dado cuenta de que he citado dos asesinatos de mujeres a niños, como excepción a la baja tasa de homicidios en este país. Imagine el lector que cada vez que hay un asesinato de niños por parte de una mujer se utilizase como excusa para hablar de violencia femenina contra los niños. Pues esta es la estrategia de esta gente.
El caso de Pepa Bueno es un claro ejemplo. Lo que pasa a que, a veces, de tanto forzar la máquina e intentar que la realidad cuadre con sus tesis, se olvida de que estudió periodismo. Por eso, cuando tras denunciar a bombo y platillo casos de violación múltiple, dos en los últimos tiempos, y demostrarse que nada tuvieron de violación, en vez de rectificar, pedir disculpas a los oyentes, y revisar su práctica profesional, apareja su metedura de pata a la condena de un tuitero por sus opiniones y, en el segundo caso, aparece un tipo de la SER de Miranda diciendo, sin pruebas, que los que antes tildaba de violadores, al menos, sabían que era menor de edad. Eso sí, todo ello sin prueba alguna.
Todo ello será desarrollado en la entrega donde se abordará lo que se denomina violencia de género o, violencia machista.
Aunque no me gustaría acabar este apartado sin aportar una nota de humor. En los últimos tiempos parece que todo es pecado, al menos si se hace público. Esta actitud extrema, que ha provocado quejas en las mujeres afectadas (véase, por ejemplo, las azafatas de la Fórmula 1, que han perdido una forma de ganar un dinero fácil y rápido), ha llegado a extremos surrealistas. Cuando hace algo más de un año se pudo escuchar esto en televisión.



No me cabía duda, si aún la albergaba, de que la cosa se nos estaba yendo de las manos. Estuve a punto de buscar una dirección de correo electrónico de esta mujer que cambió de partido, cuando vio que el suyo se hundía, para tranquilizarla. Parece claro que ella no debía temer que nadie la  piropeara. Incluso aunque yendo a la ONCE, debería estar tranquila, casi seguro nadie iba a piropearla si había hablado antes. Aunque, lo reconozco, hubo gente que tuvo ideas más solidarias que la mía.




Aunque, tal vez, esta anécdota, realizada para quitar hierro al asunto, ilustre a la perfección en que consiste este movimiento: en percepciones, en buscar culpables difusos y, ¡como no!, en una cierta superioridad moral (intelectual no, como salta a la vista) que se arrogan estas personas.
Esta superioridad moral se traduce, cuando lanzan su mensaje al público en una absurda proclama: las mujeres son superiores a los hombres y cuando llegan arriba lo hacen con sus esfuerzo.
En primer lugar parece ser que todas las mujeres son magníficas y realizan su trabajo a la perfección. Podría contar mi experiencia al respecto, pero vamos a utilizar los hechos para desmontar esta falsa, y absurda, hipótesis. Comencemos por una realidad que dejará retratada a las propias mujeres que defienden esta teoría:
Imaginemos un puesto ocupado por mujeres, por ejemplo, una alcaldía como la Madrid, ocupada por dos mujeres de manera sucesiva en las últimas legislaturas (la segunda ciudad española por número de habitantes, Barcelona, también está dirigida por otra mujer). En función de la ideología que el lector tenga pensará que una de las dos realiza o realizó una excelente labor y la otra ejerce o ejerció su cargo de manera nefasta. Resulta obvio que la gente que defiende que la mujer es mejor por el mero hecho de tener dos cromosomas XX se identifican con una de ellas y no con la otra. De igual manera repudiarían a personajes como Esperanza Aguirre, María Dolores de Cospedal, la oportunista Inés Arrimadas o Cristina Cifuentes (la verdad, yo tampoco tendría nada en común con ellas si fuese mujer). Sin embargo, esas mujeres representan lo que las feministas defienden: el triunfo en lo suyo.
Fuera del ámbito de la Política, también podemos encontrar ejemplos que desmienten que todas las mujeres que han llegado a ocupar un puesto importante o han tenido un reconocimiento por su labor , lo han conseguido por su capacidad y que han tenido que luchar más que los hombres.
No parece que haya ciertas mujeres que hayan tenido que sortear los obstáculos que les pone un mundo machista para llegar a la cima. Me vienen a la memoria casos como la hija de Emilio Botín,  la de Francisco González, la de Amancio Ortega, las Koplowitz... Parece que en la cima del poder económico no hay tanto problema para las mujeres.
Por otra parte, existen casos sangrantes de mujeres que han llegado a ocupar un lugar importante en la sociedad, debido a su esfuerzo, que demuestran ser unas perfectas incapaces:

http://www.lavanguardia.com/vida/20180309/441375992061/los-medicos-reprueban-una-conferencia-del-cabildo-que-liga-autismo-y-wifi.html


O estas dos feministas, apoyadas por CCOO, que ha conseguido una respuesta bastante generalizada entre los profesionales de la docencia, que lanzan afirmaciones sin conocer el día de los centros, por mucho que una de las autoras trabaje en una Facultad de Educación y la otra se proclame educadora.

http://www.te-feccoo.es/2018/02/15/breve-decalogo-de-ideas-para-una-escuela-feminista/

Por cierto, la profesora universitaria no tiene ni idea de cuál es la función real de la Escuela. Creo que resulta peligroso, en especial para las personas con menos posibilidades de la sociedad, que ciertas personas accedan a ciertos puestos.
Pero no sólo hablamos de profesionales con alta cualificación. Existen casos aún más sangrantes, como la de la mujer que recibió el Premio Nobel de la Paz y ahora calla cuando los budistas, los suyos, están cometiendo un genocidio con los habitantes rohinya, musulmanes, de su país.

https://www.nytimes.com/es/2017/09/13/rohinya-birmania-daw-aung-san-suu-kyi/

No. Las mujeres no son ni peores ni mejores que los hombres en sus trabajos. Hay mujeres muy buenas en sus trabajos y hombres muy buenos, así como existen mujeres ineptas y hombres ineptos.. Y sobre lo de luchar para llegar arriba, tal vez, sólo tal vez, si eres hijo o hija de un multimillonario todo sea más fácil. Pero eso no les interesa decirlo a ciertas feministas, porque su lucha no es por la igualdad de oportunidades para todas de las personas. Su lucha es  por lo que sea...
Antes de concluir vamos a desmontar otro mito: el de las madres, que lo son buenas por el mero hecho de ser madre.
Cuando escribo esto me acuerdo de las palabras de un amigo que lleva muchos años trabajando en Servicios Sociales con menores: "Lo primero que le digo a la gente que empieza en esto es que el instinto maternal o paternal no existe". Y, por desgracia, en determinados casos resulta cierto. Pero antes de seguir veamos un par de tablas estadísticas del Centro Reina Sofia





Como se puede observar las agresiones se producen en un mayor porcentaje por parte de mueres y los niños sufren en un porcentaje algo mayor estas terribles situaciones que las niñas.
No voy a hacer mayores comentarios al respecto, pues este tema, junto con otros, que se ocultan, cuando no se tergiversan, será tratado cuando hablemos de la violencia de género.
Sin embargo, a modo de reflexión final, deberíamos pensar que interés tienen ciertas asociaciones y personajes en extender una imagen de mujer superheroína y un hombre insensible y cruel. Uno, que es apasionado de la Historia, ve similitudes entre esta estrategia y, por ejemplo, la de los nazis. Primero se culpa a alguien de todos los males, después se le denigra de manera repetida, siguiendo los once principios que Goebbels dictó. Se termina tratando a ese colectivo como algo infame, que no merece respeto alguno y se termina... Se termina como veremos en la próxima entrada.
Un saludo.

lunes, 19 de marzo de 2018

FEMINISMO (I)

En frío, una vez pasada la "exitosa" jornada de huelga feminista, dedicaré unas entradas, publicadas de forma consecutiva, a analizar todo este movimiento, inspirado por las llamadas feministas de tercera generación.
Como el lector habrá apreciado he puesto entre comillas la palabra exitosa, pues la huelga como tal fue un fracaso. Los paros de dos horas sí tuvieron un seguimiento mayor, tampoco mayoritario, siendo considerable en algunos sectores.
No resulta difícil determinar que algo no encaja cuando existen dos tipos de convocatorias ante el mismo hecho, reivindicación o como el lector quiera llamarlo. Este aspecto lo trataremos en otra entrada, en la que veremos que hasta Franco era feminista, o eso dice alguna.
Dicho lo anterior, parece justo reconocer que a las marchas acudieran muchas personas, para reivindicar lo que ellos creían justo y necesario.
¿Qué reivindicaban? Ni más ni menos que todo esto.


La verdad, es que cuando lo leí entendí por qué convocaron una huelga. Lo que no entiendo es por qué no han hecho una huelga antes, que además debería ser de carácter indefinida. Aunque eso, lo trataremos en otro momento. 
Sin embargo, uno se puso a mirar estadísticas y comprobó que algunas de las afirmaciones vertidas en ese manifiesto pueden considerarse, cuanto menos, alejadas de los hechos reales. Veamos algunos ejemplos: 

En dicho manifiesto se puede leer que ser mujer es la principal causa de pobreza, sin embargo las estadísticas dicen que el 80% de las personas sin hogar en España son hombres. 


Tal vez deberían definir con precisión a que se refieren cuando hablan de probeza, porque poca gente más pobre puede haber que alguien que no tiene techo.
En esta otra encuesta del INE no aparece ninguna distinción por sexos en lo relativo a la pobreza (y eso que aparece por edades, nacionalidades, nivel de estudios...).


Parece que la realidad no se ajusta a lo que aparece en eobsrvándosel manifiesto.
Como era de esperar en el manifiesto se habla de la diferencia salarial entre hombres y mujeres, que según cifras del INE sí existe

http://www.ine.es/ss/Satellite?L=es_ES&c=INESeccion_C&cid=1259925408327&p=1254735110672&pagename=ProductosYServicios%2FPYSLayout

Sin embargo, hay gente que dice cosas distintas. Voy a colgar, por enésima vez un vídeo en el que un experto del propio INE y un economista contradicen lo anterior, llegando a defender que, en algún sector incluso la mujer cobra más.



¡Sorprendente! ¿Quién tiene razón? Lo tienen el INE y los expertos. Para demostrarlo vamos a recurrir a unos párrafos que aparecen en el informe del INE que he utilizado con anterioridad como fuente. Veamos.
El salario bruto anual medio no es una buena medida resumen del salario anual que plasme las diferencias entre distintos colectivos y actividades, ya que una característica de las funciones de distribución salarial es que figuran muchos más trabajadores en los valores bajos que en los salarios más elevados. Esto da lugar a que el salario medio sea superior tanto al salario mediano como al salario más frecuente (modal). Hay pocos trabajadores con salarios muy altos pero influyen notablemente en el salario medio.

Para comparar el salario femenino y el masculino es necesario considerar situaciones similares respecto a variables laborales como: tipo de jornada, ocupación, tipo de contrato, etc., que inciden de forma importante en el salario. Para analizar las retribuciones según tipo de jornada, especialmente en el caso de los trabajadores a tiempo parcial, es necesario considerar el salario por hora.
Existe un conjunto complejo y a menudo interrelacionado de factores que originan diferencias salariales de hombres y mujeres dando origen a la brecha salarial de género. A la valoración de las competencias laborales, hay que unir la segregación del mercado de trabajo con diferente representación de hombres y mujeres en los distintos sectores económicos, las características de la oferta de empleo femenino condicionada en muchos casos por la conciliación con la vida familiar, la participación en el trabajo a tiempo parcial y los mecanismos establecidos de retribuciones salariales. Consecuentemente la brecha salarial está condicionada por una serie de factores sociales, legales y económicos que van más allá de la premisa igual pago por igual trabajo.

Vamos a explicarlo con dos ejemplos para comprenderlo.
En cualquier administración los sueldos entre hombres y mujeres son los mismos por ley. A pesar de ello, si se hiciese un análisis como el del INE existiría una brecha de género. ¿Por qué? Porque hay más altos cargos hombres que mujeres. Si se hace una media, como la planteada en los datos, se observaría que los hombres cobran más que las mujeres, pues los sueldos de los altos cargos son mayores y eso haría los sueldos fuesen más altos; pero, en realidad, esa estadística lo que demuestra es que hay más hombres cobrando sueldos mayores. Tal vez habría que pensar que esos políticos que se ponen los primeros en la lista de reivindicaciones feministas, son los que nombran a esos altos cargos, entre los que hay mayoría de hombres.
En la administración la diferencia de sueldo entre un alto cargo y un funcionario no es muy grande, pero en la empresa privada la diferencia  de sueldo puede llegar a ser  de más de 200 veces, ampliándose año a año esta brecha (esto parece importar poco a los feministas). Si a eso le unimos que, según los expertos del vídeo, en la empresa privada las mujeres directivas cobran un 30% menos (además de ser menos numerosas, en porcentaje, que los hombres).
Por otra parte, en esta estadística no se desglosa el tipo de puestos de trabajo que ocupa cada uno, como aparece reflejado en el segundo párrafo, y esto desvirtúa la estadística. Veamos un ejemplo.
Imaginemos el sector socio-sanitario. En este sector los trabajos peores remunerados suelen estar desempeñados, en su mayoría, por mujeres (limpiadoras, auxialiares....), observándose un mayor porcentaje de trabajadores hombres en puestos de mayor rango (lo que no implica que en esos puestos de trabajo los hombres sean mayoría, simplemente porcentualmente hay más hombres en puestos con una remuneración alta, que en puestos con una remuneración baja). Al hacer estadísticas globales el resultado será que los hombres cobran más, lo que no tiene que no tiene por qué ser cierto, simplemente la forma de elaborar la estadística lleva a ello.
Sin embargo, hay un hecho que demuestra a las claras que, en líneas generales, lo que defienden los expertos del vídeo: el porcentaje de paro por sexos.


Si el lector mira las estadísticas, comprobará que el índice de paro masculino no llega al 15% y el femenino sobrepasa el 18% durante el último cuatrimestre del año pasado. A uno le sorprende que, si de verdad ganan menos las mujeres en todas las empresas, los empresarios, que podrán ser muchas cosas, pero cuando se trata de ganar pasta suelen bastante avispados, no contraten a mujeres en vez de a hombres, y más con la reforma laboral del PP, por la que resulta tan fácil despedir. Si de verdad hacen el mismo trabajo por menos dinero, ¿por qué no contratar mujeres? Se me ocurren tres respuestas: 
- La mayoría de los empresarios son tontos y no tienen ni idea de ganar dinero.
- Las mujeres no poseen cualificación para realizar los trabajos de los hombres.
- El argumento, en líneas generales, se cae por su propio peso.

 Yo me quedo con la tercer opción, pero que cual piense lo que crea conveniente. De todas formas conviene recordar, por si a alguien se le había olvidado, que las leyes nacionales e internacionales dejan bien claro que la remuneración no debe, ni puede, variar en función del sexo. Desde la Constitución hasta el Estatuto de los trabajadores, artículo 28, pasando por leyes nacionales e internacionales, consignan que quien haga este tipo de distinción estará contraviniendo la ley.


https://www.msssi.gob.es/ssi/igualdadOportunidades/iEmpleo/Igualdad_salarial/home_igualdad_salarial.htm

Lo dicho con anterioridad no significa que no existan empresas, siempre privadas , que paguen menos por el mero hecho de ser mujer (al igual que existen empresas que no pagan las horas extras, que realizan despidos improcedentes, que someten a acoso a sus trabajadores...). Por ejemplo, una conocida empresa, la que más dinero se gasta en publicidad en este país, fue condenada por realizar este tipo de prácticas en uno de sus centros de Valladolid:

https://www.ccoo.cat/pdf_documents/Corteingles3.pdf

Resulta curioso que muchos de los "adalides" de la igualdad y que claman contra la desigualdad salarial no tengan ningún problema en tener publicidad de esta empresa en sus programas. Aunque, tal vez, todo se deba a esto:




Al menos, los defensores de la moral, tipo Pepa Bueno, Francino, Julia Otero, podían decir que en sus programas hacen publicidad de una empresa condenada en firme por pagar menos a las mujeres, por el mero hecho de ser mujeres. Pero, tranquilos, que no lo harán, porque el postureo vende mucho entre gente que quiere lavar su conciencia de burgués afortunado. Ese tema será tratado en la siguiente entrada, en la que nos vamos a reír mucho.
Para concluir con el tema me gustaría pensar que, de ser verdad la citada brecha salarial, no se está utilizando con fines espurios. A uno, que no es muy listo, se le ha ocurrido que los sindicatos podían haber pedido a sus afiliados, hombre y mujeres, que, de manera voluntaria, aportasen las nóminas de sus lugares trabajo y comparasen. No resultaría muy difícil con esta premisa acudir a los tribunales que, como hemos visto, fallan a favor de las afectadas cuando se produce una situación de desigualdad.
Volviendo al tema de las desigualdades salariales, una de las reivindicaciones del feminismo es que las mujeres cobran menos cantidad de promedio en sus pensiones, aunque se les olvida decir que  las mujeres reciben más pensiones no contributivas que los hombres. De hecho, las mujeres cobran, porcentualmente, menos pensiones contributivas, algo más del 30% del total, que los hombres ¿Por qué se produce esto?
Así, a vuelapluma, parece que hay una respuesta evidente las mujeres que se han jubilado, una buena parte de ellas, han vivido bajo un régimen totalitario, donde el papel de la mujer no era precisamente trabajar. Pensemos que una mujer de 80 años, esperanza media de vida de una mujer en España, ha vivido casi la mitad de su vida bajo una dictadura donde mujer y trabajo fuera de casa no eran el ideal. Ha sido en los ochenta y noventa donde la mujer, de manera progresiva, se ha ido incorporando al mundo laboral y también donde se ha generalizado que la mujer acceda a la universidad, lo que proporciona la posibilidad de acceder a puestos mejor remunerados.
Visto lo anterior parece obligado recordar que para recibir pensiones contributivas, las más cuantiosas, se necesita un número de años cotizados a la Seguridad Social. Por tanto, la pensión que una mujer, o un hombre, no depende de que tal o cual Gobierno quiera pagar por ser mujer u hombre, sino de un cálculo objetivo, igual para todos. Entonces, ¿por qué incluso ciertos sindicatos hablan de esta brecha salarial como algo que se debe paliar de inmediato? Parece claro: su función no es la de analizar las causas reales de los hechos y poner remedio a los problemas. Lo importante es hacerse notar, pareciendo que están situados a la vanguardia de la lucha. Aunque, también existe la posibilidad de cambiar todo y que alguno de los que se quejan por tal circunstancia viajen en el tiempo y cambien toda la Historia de este país.
Por otra parte, como dicen los expertos del vídeo, de los problemas reales de este país, son las bajas por maternidad/paternidad, establecidas en 16 semanas. No resulta infrecuente que muchas mujeres, y cada vez más hombres, se cojan excedencias o trabajen a tiempo parcial, para poder ocuparse de sus hijos pequeños, lo que, como aparece en el vídeo, contribuye a cotizar menos tiempo a la Seguridad Social y menos cuantía. Recordemos que las pensiones se calculan por lo cotizado, no por géneros.
¿Cuál es la absurda propuesta de los grupos feministas y de los políticos para solucionar esta cuestión? Igualar el tiempo de baja por maternidad/paternidad, disfrutándolo ambos progenitores a la vez (esto tiene sentido las primeras semanas, pero después ¿?). Un auténtico disparate.
Veamos lo que proponen otros países.
Tal vez en este sentido los más extremos son algunos de los países de la antigua URSS, que conceden tres años pagados por maternidad/paternidad. En nuestro entorno occidental hay países escandinavos que conceden un año pagado para estar con su hijo.
¿Qué se consigue con eso? Que las cotizaciones a la Seguridad Social no disminuyan y, por tanto, que las jubilaciones no se resientan, contribuyendo de paso a una mayor natalidad.
Queda por dilucidar el asunto de la igualdad a la hora de cogerse los permisos. Lo que así, de entrada, parece una buena idea, tiene algunos peros.
En primer lugar: ¿por qué obligar a nadie a seguir unas pautas de actuación en su vida privada? ¿Y sí un hombre o una mujer quieren disfrutar todo el tiempo de estar con su hijo porque así lo sienten?
Y la posible respuesta nos lleva al segundo punto: porque estos que ponderan sobre el feminismo desde las tribunas públicas tienen un buen pasar (muchos utilizando esta causa como forma de ganarse el sustento o de justificación). Pero estoy casi seguro de que la mujer que hace la cama de los hoteles donde se alojan estos ideólogos, y cobra una miseria por su trabajo, tiene serias dudas sobre si es preferible tener un año, o más, pagado para estar con su hijo o trabajar un puñado de horas diarias. Y, ¡ojo!, he puesto el ejemplo de la mujer, porque es lo que se reivindica desde el feminismo, pero, de igual manera, vale para un hombre.
Para concluir esta extensa entrada, me gustaría hacer referencia a un apartado del manifiesto que postula que las mujeres tienen peores condiciones laborales que los hombres. Parece que los datos, de nuevo los datos, desmienten a los que redactaron este ambiguo punto.
En 2015, por ejemplo, hubo más de 450.000 accidentes laborales. De ellos algo más de 310.000 corresponden a hombre y el resto, 140.000 a mujeres. El número de muertos en accidente laboral fue 515. De ellos 484 fueron hombres y 31 mujeres. Todo esto se puede encontrar en la página 11 de este informe del Ministerio de Trabajo y Seguridad Social.

 http://www.oect.es/Observatorio/3%20Siniestralidad%20laboral%20en%20cifras/Informes%20anuales%20de%20accidentes%20de%20trabajo/Ficheros/InformeAnual2015.pdf


Es posible que los hombres tengan más accidentes laborales y mueran más porque sean más torpes; aunque la realidad dice que si esto ocurre es porque los empleos con mayor riesgo de accidente los ocupan, en su mayoría hombres. De nuevo, los datos contradicen lo que aparece en el manifiesto.
Y uno se pregunta: ¿quiénes han hecho un manifiesto basándose en datos falsos? y, sobre todo, ¿con qué fin?
De esto, querido lector, seguiremos hablando en próximas entradas y comprobaremos que esta desinformación, en determinados casos planteada con toda intención, siempre tiene un objetivo y no sólo ocurre en los aspectos que hemos visto hasta este momento.
Un saludo.

miércoles, 14 de marzo de 2018

IDIOTARIO (XCV)

Amor a primera vista: sentimiento pasional y arrebatador hacia otra persona, vetado a las personas ciegas. 


Canción protesta: reacción que se produce tras escuchar una canción de Melendi.


Fe revelada: creencia en una deidad que se ha hecho pública cuando se ha plasmado en una placa fotográfica.


Ídolo de masas: panadero.


Intolerancia a la lactosa: problema digestivo que es la leche.


Seiscientos: vehículo de la marca Seat que se asocia al desarrollismo español, marcando una época. Dicho vehículo muestra como la sociedad ha involucionado de manera alarmante. Habitualmente en ese automóvil cabían el matrimonio, cuatro hijos, la suegra y un señor que pasaba por allí, además de las maletas y una fiambrera con tortilla. Actualmente necesitamos un vehículo el doble de largo en el que van el matrimonio, un hijo y la suegra, hasta que se la abandona en la gasolinera, dándose el preocupante caso de que aún falta espacio en el coche moderno para llevar todo.


Sexo ocasional: matrimonio.


Tonta del bote: rubia teñida.


Vegetariano: persona que hace la función clorofílica durante el día. 

domingo, 11 de marzo de 2018

DIARIO DE UN MAESTRO GRUÑÓN (11-3-2018)

Querido diario, antes de comenzar a escribirte cosas sobre lo divino y lo humano, me gustaría detenerme a contarte algo relacionado con lo humano. Con eso tan humano que no conocemos más que los docentes y de lo que no habla ningún iluminado. Te cuento.
No es infrecuente, al menos en algunos centros donde he trabajado, que algunos niños tengan unos pequeños inquilinos en sus cabezas, que responden al nombre genérico de piojos. Resulta evidente que el asunto se debe tratar, y se trata, con total discreción, para no señalar a niños, ¡qué culpa tienen ellos!, y a familias. Resulta curioso que cuando los ideólogos y políticos hablan de Educación presenten grandes metas y a preparar a niños para un futuro cambiante (que algún día me dirán como se forma a alguien para algo que no se sabe qué es) los maestros del siglo XXI siguen lidiando con los pequeños animalitos que se comían a los soldados en las trincheras del I Guerra Mundial. Ese tipo de cuestiones, que nadie ve, también forman parte de esta profesión y de eso, querido diario, no hablará ningún experto ni político, porque, en el fondo, eso forma parte de un día a día que esos expertos y políticos desconocen.
Voy a cambiar de tercio, querido diario, y voy a abandonar ese buenrollismo, que no me pega nada. Me debo estar haciendo viejo, eso seguro, y mucho más cascarrabias porque, de otra forma, no puedo entender que pienso que hace tiempo perdimos el norte. Cuando yo estudiaba en el colegio se estilaba eso de "la letra con sangre entra", lo que resulta una aberración. De hecho, yo sufrí unas cuantas tortas y regletazos, porque era de esos que no sabe parar la lengua a tiempo. Sin embargo, sorprende que la alternativa a esta forma cruenta de entender el proceso enseñanza-aprendizaje  tampoco estuvo exento de problemas, incluso éticos. Se pasó de todo por adquirir los contenidos (lo que, a pesar del uso de la violencia, no se conseguía con ciertos alumnos), a lo importante son los niños y su felicidad. Craso error.
Cierta gente, desde los despachos y desde determinados ámbitos políticos, creyó que para acabar con ciertas prácticas deleznables, que podían, y en algunos casos lo hacían, generar infelicidad, tristeza y/o miedo, se debían llevar a cabo estrategias marcadas por la felicidad. Se pretendió cambiar lo nefando por la felicidad, la letra con sangre entra por el aprendizaje sin esfuerzo y la disciplina militar por la necesidad de no oprimir a los alumnos. Un auténtico disparate. Por supuesto, los ideólogos y defensores de este buenismo ponían el grito en el cielo cuando las estadísticas del fracaso escolar resultaban sorprendentemente altas. Por supuesto, querido diario, los ideólogos y defensores del aprendizaje sin esfuerzo y las aulas flower power no habían pisado un aula en su vida, ni ganas que tienen de hacerlo.
Por supuesto, aprender, como toda actividad humana, requiere un esfuezo. Es más, todo hemos estudiado, y aprobado, asignaturas que no nos motivaban lo más mínimo y, no por ello hemos quedado traumatizados para toda nuestra vida. Intentar que los niños piensen que todo en la vida es divertido y chachi piruli es una estupidez. Entre otras cosas, porque ellos ya poseen experiencias previas por las que saben que no todo en la vida es divertido.
Cuestión bien diferente resulta la forma de trabajar los contenidos en el aula o de presentarlos, que puede ser más o menos atractiva. Pero, ¡ojo!, no se puede confundir el espectáculo con el aprendizaje. La misión de un docente es que sus alumnos adquieran los contenidos y, en la medida de lo posible, lo hagan de manera permanente. Resulta absurdo pretender  que todo lo trabajado en el aula permanezca de forma indeleble en nuestros alumnos. Cuestiones como las preferencias personales, la motivación... condicionan que el anclaje sea más o menos temporal. Pero también resulta absurdo pensar que existen técnicas para conseguir eso sin un esfuerzo por parte de los alumnos. Es más, cuando me hablan de técnicas maravillosas siempre pienso en mis alumnos de PT y me pregunto: ¿les servirá a ellos, que son realmente quienes más lo necesitan, para adquirir mejor lo trabajado en el aula? Me acuerdo de algunos alumnos que he tenido o que tengo y me imagino al experto del buen rollo intentando que se siente, que respete turnos, que no coja lo de los demás sin permiso en mitad de una actividad y me entra la risa floja.
Creo que los alumnos deben esforzarse. De hecho, en los colegios existe un mantra: " Tal o cual niño es listo, pero no se esfuerza". Un mantra que suele coincidir con una falta de hábitos en el hogar. Aspecto que parecen no tener en cuenta los teóricos del buen rollismo, que suelen culpar de todo a los docentes. Pero esta historia no consiste sólo en que los alumnos se esfuercen, también en que los docentes les hagamos ver los resultados de su esfuerzo. No se trata de vender la moto neoliberal de que el esfuerzo siempre tiene premio, una majadería como un pino. Más bien se trata de hacerles notar que cuando algo depende de manera prioritaria de ellos, como en este caso, ellos son los que controlan su destino, para bien o para mal. También se debería aprovechar, muchos compañeros lo hacen,  para hacerles ver que, en ocasiones, el esfuerzo no resulta suficiente o está mal encauzado, y que ese pequeño fracaso debe servir para valorar dónde estamos y que algo debe cambiar, aprendiendo a pedir ayuda si es necesario. Los fracasos, lejos de traumatizar al niño, deben servir, encauzando la situación, para ayudarles a crecer, dotándole de nuevas experiencias y estrategias. El fracaso forma parte de nuestra vida, al igual que la alegría, la tristeza, el éxito... Intentar vender un mundo feliz resulta tan artificial y antinatural, que sólo se le puede ser el estandarte de un patán o de tipos que viven del cuento.
Cambiando de tema, querido diario, sigo a vueltas con el tema de la nula capacidad del colectivo para hacerse respetar. Siento cierta envidia cuando veo que otros colectivos: estibadores, policías y guardias civiles, se organizan y consiguen, luchando, mejoras o no perder derechos. Nosotros, atomizados en comunidades autónomas, funcionamos como el ejército de Pancho Villa: los unos consiguen unos moscosos, los otros tienen mayor sueldo, los de más allá tienen lo otro... En general, pequeñas minucias. No somos capaces de reivindicar nuestros derechos ni nuestra capacidad para hacernos valer delante de la sociedad. En el "Pacto por la Educación" un partido se levanta, o simula hacerlo, porque el Gobierno no  asegura el 5% de presupuesto para Educación. Y todos nosotros callados cuando vemos esto y sabemos que se trata de un paripé, pues el 90% del presupuesto lo gestionan las CCAA. Callamos, como cuando Esperanza Aguirre humilló a los docentes madrileños. Callamos cuando un grupo de comunicación nos dice lo que debemos hacer en el colegio. En fin, callamos y cobramos a fin de mes. Callamos y rellenamos papeles absurdos, por si algún padre protesta, con o sin razón, porque nuestra palabra no vale lo suficiente. Callamos cuando asociaciones de diferente tipo, por lo general subvencionadas, nos dicen que deberíamos hacer esto o lo otro, aunque los componentes de dichas asociaciones no hayan entrado a un aula en su miserable y subvencionada vida. Callamos cuando nos dicen que debemos hacer funciones que corresponden a los padres. En fin... ya me callo, porque creo que esta secuencia de silencios puede hacer que escriba algo de calado más grueso y no es cuestión, querido diario, de enervarte a ti también.

Hasta pronto, querido diario.


miércoles, 7 de marzo de 2018

RELATOS CORTOS

Fue solo un instante, pero valió por toda una vida. Había tenido momentos de duda, que siempre habían cedido ante su fe inquebrantable, pero aquella vez resultó distinto. Entendió que de existir su dios, o cualquier otro, no habría tenido necesidad de autoconvencerse de ello. Comprendió que, de haber una deidad, no habría dudado jamás de su existencia, y mucho menos en este instante decisivo. Supo que de haber existido desde pequeño hubiésemos estados marcados por la existencia divina y no hubiese hecho falta explicarnos su existencia. Ahora lo sabía, aunque no le importaba, porque sabía que su vida había cobrado un nuevo y poderoso sentido. Acaba de confirmar a los médicos que deseaba donar sus órganos. De poco le servirían allí donde esa enfermedad terminal que padecía le iba a llevar en breve.


Siempre se encontraba dispuesto a reivindicar causas justas. Acudía a cualquier acto y mostraba siempre su solidaridad; pero aquel día, sentado en aquella comisaría, comprendió que si su hijo se encontraba allí, acusado de agredir, formando parte de un grupo violento de ideología fascista, a una persona de piel negra, era porque él había dedicado mucho esfuerzo a ayudar a los demás y apenas había prestado atención a su hijo.



Intuía que una etapa de su vida se cerraba. Lo comprendió cuando decidió volver a ponerse en contacto con los hombres que la habían marcado durante los últimos años. Sabía que con algunos de ellos no le podían aportar nada y que otros no la podrían dar todo aquello que necesitaba, pero quiso recordar por qué les descartó. Necesitaba estar segura de que no había dejado a nadie importante en el camino. Tenía la firme convicción de que no había descartado a ningún de ellos por error, pero debía comprobarlo y, sobre todo, debía darse un tiempo antes de volver a abordar la posibilidad, la certeza, de encontrarse sola de nuevo; con miedo a envejecer sin nadie a su lado.


Nunca la podrá olvidar. Lo que ocurrió, y sintió, durante aquel mes no lo había vivido antes ni, con total certeza, lo volvería a vivir, y sentir, después. La conoció durante una campaña de voluntariado que su parroquia desarrollaba en un país africano. Ella también se encontraba allí como voluntaria. Desde el primer momento él se quedado prendado de ella, siendo algo recíproco. El primer día ya hablaron, aislándose en su conversación, en sus miradas, en sus caricias, disfrazadas de toques casuales. El cuarto día se amaron por primera vez, sin mirar el calendario, que jugaba contra ellos. Sólo había presente y la nada al final del mes. Se sucedían los días henchidos de deseo y las noches cargadas de sexo y amor urgente. Sólo los dos últimos días interrumpieron esa rutina. La pesadumbre por la despedida empañaba el momento. Sin embargo, lo más duro fue la despedida. Él debería volver con su familia y a ella a su convento.


Siempre quiso saber como sería su funeral. Él, un hombre de éxito, con mucha influencia, casi seguro que tendría una despedida con una gran asistencia de gente. Unos porque le respetaban. Otros porque le temían. Y, por qué no decirlo, algunos, puede que muchos, porque le odiaban y querían verle allí, sin vida. Resultaba curioso que ese día hubiese llegado y pudiese ser espectador de su propio funeral. La sustancia que le habían suministrado sus herederos habían reducido sus constantes vitales al mínimo; lo suficiente para, con la complicidad de un médico debidamente sobornado, darlo por muerto y poder repartirse entre ellos la herencia tras el sepelio.

La conoció hace más de cincuenta años. La mujer más hermosa del pueblo, pensó cuando la vio por primera vez. Desde entonces han formado una pareja. Primero como novios, luego como matrimonio. Durante ese espacio de tiempo existieron buenos momentos y otros peores, pero, siempre los superaron. Desde hacía cinco años la demencia que ella padecía la había anulado y la había convertido en alguien que no era ella. Ese sufrimiento diario le había llevado a tomar esa tremenda decisión. Con el fusil de caza en la mano apuntó y, antes de apretar el gatillo, pidió perdón a Dios, pero él entendería que lo que iba a hacer era lo mejor para los dos. Ese disparo acabaría, además de con su vida, con la incapacidad que sentía cuando constataba que no podía más, que su mujer se merecía algo mejor. Con su suicidio alguien se haría cargo de su mujer y le daría las atenciones que él ya no podía ofrecerla. 

LA PIQUETA INEXISTENTE

"Si escondes tu ignorancia, 
nadie te herirá y nunca aprenderás"

Ray Bradbury


Imaginemos que cuando nos encontrábamos en la adolescencia una chica o un chico (depende de nuestras preferencias sexuales) nos da calabazas. Lo normal en estos casos suele ser sentir que el mundo se acaba y no hay salida posible... hasta que una semana después aparece algo interesante en la vida u otra chica o chico del que enamorarse perdidamente y que, con un poco de suerte, nos corresponde.
Creo que a nadie se le ocurriría, tras un fracaso amoroso, renunciar a mantener en el futuro posibles relaciones de este tipo, debido a que algo no ha funcionado una vez. No resulta lógico, ni normal, rehuir buscar a personas que pueden resultar interesantes o por las que puede sentir amor, por ese miedo a una negativa. Intuyo que lo que todos tendemos a hacer, de manera consciente o inconsciente, es "refinar" nuestras estrategias, buscando tener más posibilidades de éxito. Parece, aunque de amor se trate, lo más lógico y lo más práctico.
Sin embargo, aunque parezca mentira, en otros muchos aspectos actuamos como el tipo que renuncia a intentar disfrutar junto a otra persona, porque un día a alguien no le interesó lo suficiente y le dio un no por respuesta.
Uno que trabaja en Educación ve como todo dios tiene una ley milagro para corregir problemas, que muchas veces no lo son, y que, en puridad, consiste en que los medios hablen de algo intrascendente que contiene dicha ley o dicha propuesta, pero que, según transmiten medios y políticos, van a revolucionar el sistema educativo de arriba a abajo. Mentira.
Me gustaría contar una anécdota al respecto. La LOMCE, que es una mierda de ley educativa, igual que su antecesora, la LOE, impulsada por el PSOE, dispone en su apartado dedicado a la Educación Especial, que en lo fundamental se remite a la LOE, casi casi palabras textuales. Sin embargo, algunos progres, entre ellos gente del PSOE, critican que con esta ley los alumnos con necesidades educativas específicas han sido marginados. Ver para creer. 
Pero no sólo esto ocurre en mi campo. En otros ámbitos de la vida ocurre exactamente igual. Me contaba una amigo que la tan traída y llevada Ley Mordaza tiene algunos aspectos que favorecen a las fuerzas del orden, pero que en su desarrollo se regulan aspectos como la cuestión de la identificación de ciudadanos por parte de estas mismas fuerzas, que han evolucionado para bien del ciudadano, estableciendo aspectos como duración de dichas identificaciones, formas de hacerlo... que no estaban contempladas y que favorecen al ciudadano. Además de que dicha ley regula otro muchos aspectos como evitar que se ejerza la prostitución cerca de centros educativos... Reconozco que no he leído dicha ley, pero mi amigo me merece bastante confianza en este aspecto y no pongo en duda su palabra. Sin embargo, parece que porque no guste una parte de esa normativa se debe cambiar todo.
Como ya escribí en otra ocasión, ciertas fuerzas progresistas, que no de izquierdas, alabaron el cambio de legislación en Islandia, respecto a la igualdad salarial, exigiendo esos mismos cambios radicales en nuestro país, aunque como aduje, esa misma norma existe en España en una ley llamada el Estatuto de los Trabajadores. Pero nuestros progres de redes sociales y de series de Netflix pedían sacar la piqueta para abolir todo. Tiremos abajo el edificio para hacer uno mejor. 
Uno, que es aficionado al Arte y a la Historia, sabe que, hasta hace bien poco, las nuevas construcciones aprovechaban elementos de otras anteriores. Pero aquí no sirve nada, todo se debe demoler, al menos en teoría, llevar al correspondiente vertedero y hacer una nueva obra, deslumbrante, llena de efectos especiales y... vacía. Es lo que se ha dado en llamar la posmodernidad: correr hacia delante, intentando cambia todo (mentira) o, en su defecto criticar todo y hacer propuestas sobre cosas nuevas, cuyo única aportación son un conjunto de expresiones nuevas y rimbombantes. 
En realidad todo se reduce a eso, al uso de neologismos huecos y petulantes. 
La progresía, no confundir con la izquierda, ha hecho de esta forma de entender su realidad. Si algo no funciona como debe, derribémoslo (o digamos que vamos a hacerlo) y ya tenemos causa. ¡Oiga!, que en esto que critica funciona esto, esto y esto. ¡Bobadas! Derribemos, derribemos y hagamos algo totalmente distinto. ¿Pero qué? Nada. Absolutamente nada. 
Hace un par de días leía un tuit de ese titiritero del neoliberalismo que es Alberto Garzón, alabando las políticas proteccionistas de Donald Trump, porque dice que van en contra del neoliberalismo. En efecto, querido Alberto, las medidas de Trump proponen que los medios de producción pasen a manos de los trabajadores y los empresarios sean desposeídos de ellos. ¡Ah, no! Que lo que propone es que se den las mismas condiciones que hasta ahora, pero se favorece a las élites extractivas locales. En otras palabras: lo mismo, pero sumando el nacionalismo. 
No todo lo que choca con lo que luchamos resulta que es bueno. Pero, en esta mentalidad simplista, acientífica hasta la extenuación, en la que vivimos sumergidos cualquier cosa supone una revolución. 
Cuando escribo recuerdo como hace unos meses alguien me hablaba de recuperar al abuelo Marx y, de una u otra manera, de eso se trata. No tanto de recuperar al abuelo Marx, que puede que también, como de recuperar aquellas cosas que funcionaron y de seguir utilizando aquellas que funcionan, intentando cambiar solo lo que es manifiestamente mejorable. Pero, eso sí, con propuestas concretas, huyendo de palabras y expresiones huecas (ya sé que ello conllevaría que PSOE y Podemos se tuviesen que definir, aún más). 
Me gustaría acabar diciendo que yo, por salud mental y por si acaso, huyo de todos esos mesías del cambio porque sí. El lector ya habrá observado que estos gurús del cambio suelen vivir bastante bien. Sin embargo, los que realmente sufren los problemas en su vida diaria suelen pedir que se cambie tal o cual cosa, siempre algo muy concreto. Tal vez debamos empezar por ahí, por saber cuales son los problemas reales de las personas. Valorando también lo que funciona para una mayoría. Pero, querido lector, eso no da votos ni llena programas de televisión, de radio o páginas de periódicos.
Un saludo.