viernes, 13 de diciembre de 2013

EL MODELO DEL MILAGRO

El modelo del Partido Popular
se basa en:

Sanidad privada



Educación privada



Seguridad privada



Gestión de los recursos públicos privada, pensiones privadas, dependencia privada...


Y pobreza para la gran mayoría  compartida



No lo olvidemos 



miércoles, 11 de diciembre de 2013

SOBRE LA GUERRA CIVIL Y EL SIGLO XXI

Para cualquier observador imparcial la Guerra Civil (1936-39) constituye un fracaso de la convivencia del conjunto de los ciudadanos de un país, en este caso España. Con independencia de a quien se pueda atribuir la responsabilidad de tal hecho (sobre el golpe de estado no hay duda: los responsables fueron los militares y civiles que acabaron con la legalidad vigente), parece claro que la fractura ideológica del país condujo a aquel desastre. 
A este desastre contribuyó de manera poderosa que los partidos más moderados fueran perdiendo importancia en favor de otras opciones menos extremas. El descalabro de los radicales de Lerroux (que años antes preconizaba la idea de "levantar las faldas a las novicias para hacerlas madres") constituye el mejor ejemplo. Aunque a fuerza de ser sincero Lerroux y compañía se lo buscaron a pulso con el caso del estraperlo y algún otro que vino después.


La importancia de ciertos grupos extremistas como Falange o el P.C.E. (juguete estalinista, como todos los partidos comunistas de la época) era muy poca, al menos en lo referido a su representación parlamentaria.  Teniendo mucha más importancia la CNT, el mayor sindicato español de la época, por delante de la U.G.T.
Respecto a la situación de violencia en las calles mucho se ha hablado. La historiografía moderna (la de verdad, no la de César Vidal) defiende que la extrema derecha fue mucho más virulenta que la extrema izquierda en los años previos a la Guerra Civil, cometiendo más atentados y provocando más muertos.
Si a ello le unimos el resentimiento de los militares africanistas, que vieron cercenados sus privilegios por Azaña al principio de la 2ª República y la oposición del clero al a 2ª República, fueron los primeros en organizarse contra la misma, tenemos un cóctel nada apetecible para un país, que sufría ls consecuencias de una crisis mundial que no acabaría hasta años después de la 2ª Guerra Mundial.


Sea como fuere, la guerra estalló con las consecuencias que todos sabemos. El bando ganador, el de Franco, adoptó la estrategia de uno de los cabecillas del golpe de Estado, el general Mola. Adoptó la política de exterminar al enemigo. Llevándola Franco hasta el paroxismo, alargando la contienda de forma innecesaria (la estrategia del carnero que dijo uno de los generales afines y amigos del dictador) con la finalidad de acabar con toda resistencia, ayudando de esta manera a consolidar su poder.
Esta politica de exterminio del enemigo produjo como resultado una infinidad de asesinatos y de enterramientos clandentinos de defensores de la República, que fueron ejecutados por defender la legalidad vigente.
El nacionalcatolicismo del que se tiñó el ŕegimen del dictador, especialmente tras ver como Alemania iba claudicando ante los soviéticos en el Este y los Aliados en Occidente, tampoco perdonó a los "enemigos" y las ejecuciones sumarísimas, asesinatos, siguieron produciéndose con total normalidad, especialmente en los años inmediatos a la guerra. Con enterramientos clandestinos de los asesinados.


A fecha de hoy siguen existiendo en nuestro país miles de personas  enterradas en lugares ignotos para sus familiares, que fueron asesinados en aquellos años.
Uno, aficionado a la historia, por lo que intenta verla de manera desapasionada, no puede evitar sentir asco cuando escucha a un fulano pepero, el tal Hernando, hablar de dinero y de avaricia cuando se refiere a los familiares de los asesinados. Entiendo que la cultura en la que está inmersa: Bárcenas, Gurtell... le lleve a pensar de esa manera miserable y piense que todo el mundo tiene motivaciones similares. Pero no, querido estómago agradecido, hay gente que sólo quiere recuperar a sus seres queridos, que fueron ejecutados por personas que hace casi ochenta años militaban en partidos de una idea similar a la tuya.
Es de justicia que todas las personas enterradas de manera clandestina (hace falta ser cobarde para, teniendo el poder absoluto, ocultar sus criminales actos) sean rescatadas de su olvido y entregadas a sus familiares. No se trata de realizar un acto de fe, ni nada parecido. Sólo se debe procurar que estas personas, como cualquier otra, tenga una sepultura donde sus familiares les puedan recordar o llorar. Para ello las administraciones deben poner todo su empeño en que ciudadanos españoles asesinados en un brutal contienda reciban la dignidad de la que se les privó. No embarcarse en este tipo de actuaciones significa, al menos desde mi punto de vista, que se sigue siendo cómplice de la atrocidad que nos separó y nos masacró.
Antes de acabar esta entrada me gustaría hacer referencia a la cobardía de cierta gente.


En Argentina se ha abierto un procedimiento contra personajes siniestros del franquismo, que torturaron y en algún caso mataron, a ciudadanos que nos pensaban como ellos. Todo ello en la brutalidad del régimen, que necesitaba personajes tan siniestros como éstos para seguir existiendo. Estos tipos, como los de cualquier otra dictadura, muestran su calibre moral cuando se les intenta hacer rendir cuentas por parte de cualquier tipo de tribunal democrático. Si durante los regímenes dictatoriales se autoproclaman los defensores de la esencia patria, cuando la justicia les reclama se convierten en ratas, que huyen abandonando todo, y se olvidan de que, según ellos, todo lo hacían por el bien de la patria. Parece que su espurio concepto de patria se basa en imponer el sufrimiento y el dolor a todos aquellos que no entran dentro de sus cánones patrioteros.
Un saludo.

lunes, 9 de diciembre de 2013

REFLEXIONES

A estas alturas de la fiesta todavía no se sabe si Cristina de Borbón va a ser imputada por fraude fiscal y blanqueo de dinero, como ha ocurrido con su marido, Iñaki de Urdangarín. Uno siente verdadero orgullo y satisfacción al comprobar como las mujeres de sangre azul lo son por algo. Y me baso en el hecho de que a la mujer de su socio rápidamente la implicaron, mientras que a Cristina de Borbón, de buena familia y mejor linaje, no se le ha podido considerar, hasta el momento, ese tipo de comportamientos dignos de la plebe. Imagino que ese dato habrá sido fundamental para que la Fiscalía no moviese ficha hasta el momento.


Como todo el mundo sabe Nelson Mandela falleció el pasado 5 de diciembre. El que suscribe observa con cierta estupefacción como todos los mandamases del orbe, y personal adosado de rigor, han hecho las maletas para pasar unas horas, o días, en Sudáfrica, para despedirse del anciano ex presidente del país de los Springboks. Uno considera que si este tipo hubiese muerte cuatro décadas antes ni Dios se hubiese acercado por allí y muchos de los que hoy le lloran no hubiesen dudado en alinearse con las tesis de la Ttatcher, que le consideraba un terrorista. Lo curioso del asunto es que en la época de la hija del chatarrero el pensamiento no era muy diferente a ese que tanto admiran ahora unos y otros. La única diferencia reside en que con el paso del tiempo tuvo la posibilidad de poner en práctica sus ideas, que ahora tanto parecen gustar.


Destituciones, ceses y enfrentamientos han marcado el funcionamiento de los últimos días en el área de grandes contribuyentes de la Agencia Tributaria. Aunque las autoridades políticas intenten quitar hierro al asunto, parece que el movimiento de esas mismas autoridades políticas en favor de una compañía mejicana ha provocado un pequeño seísmo en tal institución. Tal vez todo se deba a que los funcionarios sólo quieren hacer su trabajo con profesionalidad e imparcialidad y algún otro, al que no ha elegido nadie, ni ha aprobado una oposición, no desea que las cosas sean así. Tal vez, y sólo tal vez, por eso los neoliberales de turno carguen contra los funcionarios de manera continua y vomitiva, porque por tener el puesto asegurado no les pueden amedrentar para que no cumplan con su función: la de evitar que unos pocos privilegiados económicos hagan los que salga de las narices. 


Un juez de Arkansas condena a la farmacéutica Johnson&Johnson a pagar mil millones de dolares de multa por ocultar los efectos, especialmente entre ancianos, de un medicamento, Risperdal. El lector ya conoce que este humilde maestro sostiene que una parte de los medicamentos que se prescriben para ciertos trastornos, o síndromes, psicopatológicos son una estafa, y peligrosos en algunos casos. Me llama la atención que el Risperdal sirva para tratar a pacientes  psicóticos, a personas con trastornos bipolares, a individuos con autismo o a adolescentes con trastornos del comportamiento (sea éso lo que sea). Y especialmente, ante la variedad de dolencias que cura, mitiga o lo que sea, uno se pregunta ¿qué entienden en algunos casos por curar, mitigar o mejorar?


Kim Jong-un destituye al número dos del régimen, su tío, detenido en plena reunión del Partido de los Trabajadores. A uno le resulta curioso que exista un único Partido, autodenominado de los Trabajadores, presidido por un tipo que no la ha hincado en toda su vida y que el número dos fuera el tío, que no habrá dado palo al agua en su vida. Pero igualmente curioso resulta la cantidad de análisis, contradictorios en muchos casos, sobre el tirano, el papel de su tío y la madre que lo parió.


Wert propone variar la formación de los docentes y valorar su actuación docente, proponiendo una carrera docente en función de los méritos de dichos profesionales. Aunque pudiera parecer imposible, en este planteamiento estoy con el marido de la tertuliana. Sin embargo, y como conocemos el paño, no dudo que la carrera profesional y la nueva formación no van a servir para mejorar la calidad de los docentes, de los nuevos y de los que ya lo somos. Estoy casi convencido de que todo va a quedar en cambios sobre el papel y en premiar a los que sigan a pies juntillas los dictados neoliberales del tipo que desgobierna la educación de este país. En este tinglado de la educación hay tres protagonistas: padres (que dejan de serlo a medida que los chavales crecen), alumnos y docentes. Desde la LOGSE nadie se ha preocupado por la situación real de los integrantes del Cuerpo de Mestros y Profesores de este país y guste más o menos, la capacidad de éstos es lo que va a determinar la calidad de enseñanza que nuestros hijos van a recibir.


Acabo de terminar Dies irae, de mi paisano César Pérez Gellida. El libro es el segundo de una trilogía, que comienza con Memento Mori, y que parece ganar en este segundo libro. Sin embargo no trato de realizar una crítica literaria, demasiado tengo con garrapatear líneas sin ser muy barroco, para dedicarme a juzgar a los demás. Lo que me gustaría reseñar de este segundo libro es que la Guerra de los Balcanes, la que todos conocimos, se convierte en un protagonista más del mismo. Y lo curioso del asunto es que una auténtica catástrofe, que ocurrió aquí al lado, parece no haber existido nunca, excepto en la memoria y en los libros de Pérez Reverte, que tan buen rédito ha sacado al asunto. Tal vez este olvido se deba, en parte, a que este conflicto nos recordó que el vecino, o nosotros mismos, en determinados contextos o situaciones, nos podemos convertir en unos auténticos hijos de la gran puta con el tío con el que nos saludábamos todos los días en el ascensor.






miércoles, 4 de diciembre de 2013

LA MEJOR PRUEBA DE NIVEL ES USTED

Dedicada a Esther y a su churumbel y a todos aquellos compañeros que ennoblecen el oficio de hacer crecer a nuestros hijos.

Uno, que ya lleva en este mundillo de la educación un tiempo, no puede evitar troncharse de risa cuando escucha hablar de Informe tal o Informe cual y de sus resultados, que siempre resultan ser concluyentes. Los informes, el PISA incluido, constituyen una forma de medir algo que resulta difícilmente mensurable. 
¿Justificación? ¿Excusa? ¿Osadía? No, nada de eso. Simple y llanamente realidad.
Voy a contar al amable lector como discurrió la última prueba de este tipo a la que asistí, hace bien poco. Ante unos ordenadores unos niños de 3º ciclo de Educación Primaria debían mostrar su pericia en una lengua extranjera, que parece va a dar trabajo a todo Dios y a parte del Panteón Heleno. Las pruebas, divididas en dos días, consistían en un número de preguntas no muy elevado, catorce en concreto y en algo menos de tres minutos hablando describiendo unas escenas. Se supone que contestando a estos items la administración educativa adquirirá una idea certera de como funciona la implantación de ese idioma en su ámbito de competencia. Si no fuera porque algunos alumnos contestaban siguiendo el modelo Pito, pito, gorgorito, o porque en la prueba hablada se oía al alumno, más el coro de alumnos que realizaban la misma prueba al mismo tiempo, todo sería fantástico.


El sufrido lector podrá reprocharme que intento generalizar, desdibujando la validez de ciertas pruebas, muy comentadas y afamadas en el mundo mundial. Tal vez tenga razón. O tal vez no. 
Si bien las pruebas para medir el nivel en 4º de Educación Primaria suelen ser más "complejas", nos encontramos ante algo que se repite una y otra vez en este tipo de pruebas de evaluación: la predisposición del alumno a implicarse en estas actividades. 
Uno recuerda como en un centro donde trabajó se realizó una "evaluación externa" del nivel de los alumnos. Por si esto fuese poco la empresa encargada de tal menester mantenía una estrecha relación con uno de los adalides, si no el principal, de la controvertida L.O.G.S.E. (ley que postulaba, como todas las posteriores, que nadie se lleve a engaño) la evaluación continua como forma de medir los progresión de los alumnos. 
Tal vez deba aclarar la diferencia entre evaluación continua y evaluación final para evitar confusiones, aunque seguramente no habrían ocurrido.


La evaluación continua se basa en medir de donde se parte y evaluar, día a día, los progresos, y dificultades del alumnos.
La evaluación final mide el grado de adquisición de los objetivos propuestos en un determinado momento, que suele ser, de ahí el nombre, el final del tema, unidad didáctica o como narices se quiera llamar.
Volviendo al tema de la evaluación externa. Uno contempló con pasmo como unas mujeres ajenas al centro educativo daban y recogían pruebas de evaluación a troche y moche, que los alumnos, o una parte de ellos, acababan rellenando tras un largo período de reflexión siguiendo el manido modelo del Pito, pito gorgorito. 
¿Quién mide la predisposición del alumno? ¿La validez de las pruebas? ¿Del método elegido? Nadie, porque se supone que todo lo que nos ofrecen tiene una calidad incuestionable.
El amable lector podrá alegar que los finlandeses, coreanos y demás gente avezada en obtener altas puntuaciones en este tipo de pruebas sí que son capaces de rellenar este tipo de cuestionarios con la debida precisión, gracias a que son capaces de concentrarse. 


Desconozco como funcionan este tipo de modelos educativos, pero uno se acuerda de ciertos aspectos que desvirtúan el gran trabajo que, en teoría, se desarrolla en algunos de estos países. Cuando descubres que el índice de suicidios en países como Corea, debido a la presión a la que se someten a los estudiantes, es altísimo o que en países como EE.UU. los centros tienen como principal objetivo superar con la mejor nota posible este tipo de pruebas, para llevarse más dinero (modelo que pretende desarrollar Wert), por lo que preparan a los alumnos para puntuar muy alto en este tipo de pruebas y para poco más, uno no puede evitar pensar si realmente este tipo de evaluaciones ¿diagnósticas? reflejan la realidad, el día a día, de los centros. Obviamente, a uno se le antoja que no.
Lo anteriormente expuesto no quita que nuestro sistema educativo deba mejorar. Mucho, muchísimo ya lo digo yo, empezando por la formación inicial del docente. Pero de ahí a justificar todo lo que ocurre en el sistema educativo, real o inventado, en función de los resultados de unas ¿pruebas? media un abismo.
Justificar el abandono escolar por la calidad del sistema educativo resulta una memez, especialmente hasta el 2008, donde un alumno que se fuera de peón ganaba una talegada. Uno los ha conocido.
Hágame caso, el sistema educativo debe mejorar, pero no se fíen del resultado de unas pruebas, que incluso algunos profesionales de la educación cuestionan. 


Observen como leen sus hijos; sin son capaces de resolver problemas de matemáticas. Pregunten a los docentes e indaguen sobre como actúan ellos ante los problemas de sus hijos. Cada lector que tiene hijos y ve como su churumbel no avanza debe cuestionarse porqué. Debe preguntarse si esa persona que tienen frente a él resulta la más adecuada para su hijo. En el fondo. la educación, como cualquier otro aspecto de la vida en sociedad, se conforma con personas, con mejores  o peores capacidades, y actitudes. No den por sentado que la persona que tiene frente a usted es capaz de resolver los problemas de sus hijos, o de sacar todo lo que puede de él. En el fondo la evaluación de diagnóstico la conformamos todos y cada uno de los padres, y de los hijos, que pertenecemos a la comunidad educativa.

lunes, 2 de diciembre de 2013

CERTEZA

En los últimos meses sus vidas habían sufrido cambios importantes. El miedo a la muerte, la separación de seres queridos, en definitiva, la angustia, se habían cebado con ellos en esas últimas fechas.
Su existencia había transcurrido en paralelo. Siempre se encontraban uno al lado del otro, pero nunca se atrevieron a desviarse lo suficiente del camino predeterminado para encontrarse en algún punto. Aunque alguna vez, al menos así lo creía él, pudo haber ocurrido, pero fue mejor dejar estar las cosas. Adentrarse en determinados vericuetos podía dar al traste con una gran amistad y con el respeto que ambos se profesaban.
Hacía tiempo descubrió que podía considerarse bueno interpretando las expresiones faciales y corporales en la corta distancia, especialmente en determinadas circunstancias. Sin embargo, su timidez le atrapaba y, en ocasiones, le impedía responder a las necesidades de las personas que tenía delante. En especial si se trataba de una mujer. Y esta vez no parecía constituir una excepción. Sin embargo, sabía que sí se trataba de una excepción. 
Cuando se acabaron las palabras, e incluso ciertos gestos innecesarios, al menos así le parecía, llegó el momento de mirarse a los ojos. El verde de los ojos de ambos, difuminudo por la escasa luz nocturna, cobró una extraña luminosidad. En ese momento, pudo leer, o al menos así lo creyó, lo que había pretendido ignorar durante mucho tiempo. Esa mirada, limpia y abierta, había dejado escapar ese sentimiento, tanto tiempo escondido, que parecía fluir a borbotones en aquel instante. Se sintió feliz, correspondido. Intuyó que en ese momento su propia mirada también debía estar construida con los mismos mimbres. 
Durante unos segundos se dejó llevar por aquel magnífico espectáculo que protagonizaba de manera inesperada. Todo lo importante parecía condesarse en aquellos dos ojos y en su lenguaje, que parecía gritar lo que los labios no decían. Aquello reafirmó lo que ya suponía y constituiría, como no podía ser de otra manera, un bello recuerdo más, en aquella amistad, que pretendía durase hasta el final de sus días.